Esperanza perdida
Luego de algunos días desde las elecciones, muchos ecuatorianos seguimos con un sinsabor que no terminará de irse en mucho tiempo. La victoria del Alcalde de la capital no es ninguna sorpresa, era lógico que esto podía pasar si existían 18 candidatos, y el ganador lo hizo sólo con el 22% de la votación. Lo que sorprende y de sobremanera son las victorias de la Prefectura de Pichincha y las Concejalías del Distrito Metropolitano de Quito, donde el correísmo volvió a ganar; sin contar con los candidatos correístas que también entraron en el Cpccs.
Es claro que los ecuatorianos no sabemos elegir y no aprendemos de nuestros errores. Sinceramente pensé que después de haber sufrido muy probablemente el peor gobierno de la historia de nuestro país, finalmente íbamos a recapacitar. ¿Qué nos pasa? ¿Realmente somos así de indiferentes?
Tenemos un país quebrado por culpa del correísmo y a puertas de una reforma tributaria que nos hará pagar a todos lo que ellos se robaron, con un ex vicepresidente preso, un ex presidente imputado en varios casos de corrupción y hasta indagado por crímenes de estado, y decenas de ex funcionarios en la lupa de la justicia; ¡y aun así los volvemos a elegir! ¿Cuánto mal tienen que hacer estas personas para que aprendamos de una vez?