Baja calificación Sr. Alcalde
Los procesos de desarrollo instrumentados en el Distrito Metropolitano de Quito requerían de acciones efectivas de comunicación no solo para promocionar los proyectos en carpeta o en ejecución, sino para educar y concientizar a los distintos estamentos de su población sobre aspectos básicos de planificación e implementación.
Bajo mi percepción, su equipo de comunicación promocionó fundamentalmente los proyectos de obtención de réditos políticos inmediatos (el Metro y sus bondades) y descuidó la divulgación de algunos proyectos importantes que se gestionaron con éxito.
Me refiero entre otros, por ejemplo, al trabajo visionario realizado por el equipo técnico del Instituto Metropolitano de Planificación Urbana (IMPU) que plantearon las directrices urbanas del Plan de Desarrollo y Ordenamiento Territorial del Distrito Metropolitano, instrumento básico e indispensable para organizar y proyectar su crecimiento sostenido con una visión que apuntala y consolida soluciones efectivas y eficientes a las demandas prioritarias de sus ciudadanos. Esta herramienta integral de planificación no solamente posibilitó la formulación de proyectos eficientes bajo premisas de desarrollo sostenibles, sino, visualizó un modelo de ciudad al 2040 bajo un marco conceptual que proponía que las propuestas de planificación sean formuladas bajo una dinámica urbana que “sirva a la vida, que sea ambientalmente responsable, solidaria, inclusiva, donde prosperen los emprendimientos privados, que este abierta al mundo, que cuente con una movilidad que privilegie al peatón, sea eficiente, sostenible e inclusiva [Quito, Visión 2040 y su nuevo Modelo de Ciudad.] En resumen, su administración contó con un instrumento de planificación, no rentable políticamente, pero básico para el desarrollo armónico del DMQ con modelos eficientes de gestión urbana.