La participación ciudadana (Parte 1)
Compatriotas. si no participas en las elecciones populares, nos vuelven a meter, como nuestros representantes de la Asamblea Nacional. Necesitamos vencer ese temor y prestar nuestro contingente personal, nuestros conocimientos, nuestra capacidad, amor a la patria y a representarla, con fervor cívico, con un verdadero anhelo de dar lo mejor, de servir y no de servirse del honor que le damos el resto de los ciudadanos con el voto.
Ya basta de permanecer impávidos, sentados y con coraje, viendo desfilar a diferentes personas sin conocimiento académico de lo que significa ser un representante ante el máximo organismo del estado como es la Asamblea Nacional o las diferentes instituciones más representativas del estado ecuatoriano, sean amparados en organizaciones con fines protervos o solventados por el dueño del partido o movimiento político armado con este objetivo, que pone el dinero para las campañas y para cubrir los eventos y pancartas que llegan a todo el país, creyendo que con traer a la mejor agrupación musical o a artistas famosos es lo mejor y que con eso conquista el favor del pueblo que, en vez de buscarles la forma de solucionarles en sus necesidades básicas, necesita es darles rumba y trago. Pido a los intelectuales, empresarios honestos y a la ciudadanía toda que participe como candidato. Preste su conocimiento y tiempo, para hacer un país mejor. No creo se pueda cambiar de la noche a la mañana, pero, por lo menos, poner las bases que le sirva a la gente a salir de la pobreza y que las obras sean bien hechas, que dure por años y que cada centavo sea bien auditado, que cumplan con las especificaciones que la técnica aconseja.
No te puedes permitir, a costa de ser intelectual, inteligente, de hombre honesto o mujer digna, supuestamente exponerte a que te insulten, te inventen historias de tu vida o de tu familia. Y supuestamente las expones a un riesgo. Es la hora que tu ser no puede permitir que eso se siga dando en nuestro país. No somos de esa estirpe y nunca hemos permitido que nos sigan ofendiendo sin haber dado respuesta a este tipo de actitudes, de deshonestos personajes, que para lo único que sirven es para alzar la mano, leer lo que le dan escribiendo y exigir la coima por tal acción.
Me disculpan porque toda regla tiene su excepción, pero en lo que hemos visto hasta el que parecía más honesto se había dejado pintar.
Lionel Efraín Romero Reyes