El Alcalde subió el Predial dizqué por valores no cobrados por su antecesor. Codiciado Registro de la Propiedad subió tasas, se hizo cargo y ¡bien gracias! (con pésima atención). La criminal delincuencia no le preocupa, sí la “tasa de seguridad”.
Renegoció aeropuerto más caro y demorado del mundo e impone Metro millonario de una línea de 22 km (al término, Quito con 90 x 40 km entre la Mitad del Mundo, Yaruquí, Pifo, Píntag, Amaguaña, Tambillo y Alóag). Sorteará quebradas y C. Histórico a 17 y 25 metros de profundidad (lo técnico 15 m), y “depende de buses contaminantes”. Pasaje integrado mentiroso (0,40), si 0,25 es del bus o Trole.
Más práctico y económico, trole o tranvía de punta con tres líneas entre sur-norte, transversales entre oriente-occidente y “desde los valles”. Eliminaría 65% de “buses humeantes”, mejoraría el aire y movilidad. La prensa independiente que se quiere acallar, democráticamente da buena cobertura al Metro pelucón.
“Buen vivir” es más tributos, inseguridad, basura, ventas ambulantes y prostitución pública, bienes patrimoniales olvidados y derrocados, barrios sin agua y alcantarillado, calles con cráteres, tala de bosque protector, contaminación y trancones, acaparamiento de instituciones y funciones, obras superfluas y cero fiscalización. En realidad, sufrimos síndrome del “Mal vivir del siglo XXI.”