He visto con pena cómo, en Quito, que se supone no sufre por centralismo, los atletas hacen peripecias para entrenarse en la pista de Los Chasquis. De lo que todo el mundo sabe, a finales de los ochenta se compraron equipos, excelentes y caros, para que los atletas tengan equipo sincronizado con los marcadores electrónicos y pantalla del estadio, photo finish, partideros con parlante de audio para que los deportistas escuchen la partida; es decir lo mínimo indispensable para estar a la par de los países más subdesarrollados en el tema deportivo. Pues muchos de esos equipos se estrenaron y no se usan, otros están guardados en bodegas y muchos de ellos ya se dañaron. ¿Cómo es posible que la mejor pista de atletismo del país, que está en el estadio Olímpico Atahualpa no pueda ser usada por los deportistas y tengan que pasar peripecias para sus humildes entrenamientos? Aparte de ello el Atahualpa, que debería ser un estadio especializado en atletismo en sus diferentes modalidades, no puede ser usado porque se privilegia el fútbol, ya que los atletas que tienen el privilegio, ocasionalmente como en la carrera Últimas Noticias, de entrenar o pisar la pista del Olímpico, sufran humillaciones tales como que no pueden pisar el césped del estadio, ni practicar otros deportes que no son de pista, porque hay pésima coordinación entre AFNA y la Concentración Deportiva de Pichincha.
Es hora de que las autoridades, léase claramente nuestro ministro Pepe Pancho Cevallos, tome correctivos, y la Contraloría haga un examen especial de los directivos del deporte provincial, que en todos estos años no han podido hacer respetar el derecho de la juventud deportista de la provincia y del país.