Se pretende entrar en un campo minado muy peligroso con la anunciada Ley Religiosa, deben pensar primero que el Ecuador tiene una población del 90% católica, el gobernante actual fue educado con la doctrina cristiana. También unos cuantos colaboradores del ejecutivo, legislativo y judicial.
Una ley con el fin de regular o prohibir es descabellado y motivo de convulsión nacional.
Sugiero que este proyecto debe ser archivado, sin discutirlo. Si no quieren que se levante una ola de protestas a escala nacional. Lo que debían haber pensado es cómo dar solución a la inseguridad, cerrar fronteras, expulsar extranjeros indocumentados causantes de tanto delito en todo el territorio nacional, antes vivíamos en paz, ahora ya no, por tanto malandrín que hace de las suyas.