El Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (Cpccs) finalmente tiene nuevas autoridades desde ayer, luego de una turbulenta etapa con José Tuárez y una mayoría armada para la polémica. Ahora Christian Cruz y Sofía Almeida encabezarán la institución como presidente y vicepresidenta, respectivamente. Tienen una tarea ardua.
El lema del nuevo Cpccs debería ser: de la polémica a la confianza. Le queda más o menos un año a esta entidad para trabajar en sus prioridades: la lucha contra la corrupción y el nombramiento de Defensor Público, el Superintendente de Ordenamiento Territorial y los miembros de la Conferencia Plurinacional e Intercultural de Soberanía Alimentaria, que no alcanzó a designar el Consejo Transitorio.
¿Un año? Sí, el tiempo que se demoraría en hacerse efectiva la consulta popular planteada por el movimiento Ahora para preguntar si se elimina este Consejo, así como otra iniciativa del Comité por la Reinstitucionalización Nacional para eliminar a este organismo y pasar sus funciones a la Asamblea que debería ser bicameral, y por último otra consulta popular para llamar a una Constituyente que elimine al Cpccs.
En ese año, el Cpccs tiene que tomar en serio el tema de la lucha contra la corrupción. Hay 13 informes que el Consejo Transitorio puso a conocimiento de la Fiscalía, sobre la corrupción del anterior Régimen, en las que el Cpccs actúa como acusador, algo que ni siquiera se trató en las ocho sesiones del Pleno que presidió Tuárez. Tampoco ha mencionado investigar la corrupción desde el 2017.
Ahora la correlación de fuerzas en el Cpccs ya no gira en torno a un proyecto personalista, como lo fue con Tuárez. Hay una mayoría con tres consejeros que no votaban con Tuárez, es decir, Cruz, Almeida y María Fernando Rivadeneira, a quienes se les unieron los flamantes vocales David Rosero, Francisco Bravo e Ibeth Estupiñán -de última hora-. Solo queda por ver la actuación de Juan Javier Dávalos, quien se abstuvo en las votaciones.