La principal recomendación frente a un terremoto es mantener la calma. No se desespere y, a pesar del pánico, tómese unos minutos para pensar en qué hacer.
Si usted está capacitado se le hará más fácil actuar, sabrá cómo manejar al resto de personas y dará consejos básicos a quienes están confundidos.
La preparación debe empezar desde antes de que ocurra el fenómeno natural. A veces pensamos que la posibilidad de un terremoto es tan lejana, que no hace falta cumplir con las precauciones que sugieren los expertos, pero pudiera ser que esa amenaza esté a la vuelta de la esquina.
Con su familia debe establecer un protocolo básico de reacción. Por ejemplo, definir un sitio de encuentro, en caso de que la magnitud del desastre sea de consideraciones y provoque altos niveles de confusión. Solo esta planificación previa le ayudará a mantener la unidad de la familia, en medio del desastre.
No olvide que los niños, personas de la tercera edad y mujeres embarazadas tienen preferencia. A ellos hay que evacuarlos primero y ubicarlos en lugares seguros. Las cosas, aunque sean costosas y reflejen su esfuerzo, no son tan importantes en esos momentos, lo recomendable es llevar lo básico: alimentos, agua, medicamentos, una radio, una linterna y sus documentos personales.
La prevención también debe incluir medidas técnicas, como la definición de una ruta de evacuación. En estos casos, lo recomendable es solicitar asesoría a los miembros de los organismos de socorro de su jurisdicción.
Además, ellos le darán sugerencias sobre las amenazas a las cuales está expuesta su familia, por el tipo de construcción, la ubicación geográfica y la capacidad de reacción. Recuerde que cuando se presenta un fenómeno natural, la información es una herramienta poderosísima, que puede salvar vidas y evitar más dolor.
Está en sus manos prepararse, incluso para algo que nunca puede llegar a ocurrir.
Alimentos y agua
Mantener una reserva de alimentos para emergencias y otra de agua potable.
Una radio y pilas
Una radio le permitirá estar informado constantemente. Escuche los consejos.
Una linterna
Disponer de una linterna a pilas nos ayudará en la localización de personas u objetos.
Cocineta y cilindro
Tener una cocineta portátil permitirá la preparación de alimentos o hervir el agua.
Botiquín básico
También deben estar las medicinas que consume la familia.
Implementos de aseo Tener a mano un kit de aseo: papel higiénico, pasta dental, etc.
Los enlatados
No se olvide de los alimentos no perecibles y comida para bebés.
Documentos
Con sus documentos personales podrá hasta recibir ayuda.
Ropa abrigada
Lleve ropa abrigada y cómoda. También mantas y cobijas, principalmente si hay niños.
Impermeables
No está por demás tener impermeables. De ese modo, si hay lluvia estará preparado.
Después del sismo
Si está en el exterior, aléjese de edificios altos, postes y cables de energía eléctrica.
Aléjese de ventanas También de los espejos y lámparas colgantes y cuadros que pueden caerse.
No llamadas indebidas
Se congestionarán las líneas y no se podrá usarlas en emergencias.
PUNTOS DE VISTA
‘Establezca un punto de encuentro’
Andrés Aguilar. Técnico de SNGR
Todas las familias en sus casas deben contar con un plan de evacuación. Sirve para saber qué hacer y a dónde ir. Un ejemplo de su aplicación fue Japón. Allí, la población no sucumbió en el pánico ni salió corriendo, todos sabían qué hacer. Dentro de este plan es importante definir un punto de encuentro, al cual los miembros de la familia que no estaban en la casa deban acudir. Incluso, es recomendable fijar una hora de encuentro, luego del sismo. Los simulacros no solo se deben realizar en empresas o establecimientos educativos, las familias por su cuenta deben aplicarlos. El error más común de las personas es correr desesperadamente. Un sismo en sí no produce víctimas, es el pánico y la mala reacción de la gente la que genera incidentes. En casa se debe tener una maleta con alimentos, agua y una radio a pilas.
‘La calma se logra con conocimiento’
Raúl Parra. Jefe Z. Norte Bomberos
En una emergencia por un terremoto o un sismo, lo importante es mantener la calma. Procurar, en el lugar que estemos, salir ordenadamente a un sitio seguro. Observar las señales de evacuación de las oficinas, establecimientos educativos y de las casas. Se debe salir a lugares abiertos, donde no hay peligro de caídas de árboles, cables de alta tensión o riesgo de desbordamiento de ríos. También hay que alejarse de edificios altos de más de cinco pisos, sus estructuras pueden colapsar. La tranquilidad se logra cuando hay un conocimiento previo sobre prevención. Las personas deben capacitarse y conocer normas de seguridad para saber cómo actuar ante una emergencia. El aprendizaje sen debe iniciar en la infancia, a los niños hay que inculcarles una cultura de seguridad y primeros auxilios básicos.