Por primera vez para una elección seccional estaban vigentes los beneficios para las alianzas electorales. Según datos del Consejo Nacional Electoral (CNE), hay 57 coaliciones provinciales, aunque no en una importante cantidad en Guayas, Pichincha, Manabí, Los Ríos y Azuay.
En estas cinco provincias con el mayor número de electores, las alianzas no fueron la mejor opción para las organizaciones políticas. Por ejemplo, en Guayas, que cuenta con 3 186 903 de votantes, hay una alianza validada: Partido Social Cristiano (PSC) y Madera de Guerrero. A nivel cantonal hay otra más entre Pachakutik (18) y Unidad Popular (2).
Tanto para la Alcaldía de Guayaquil como para la Prefectura del Guayas hay 11 precandidatos. Esta vez se rompieron las alianzas de los comicios generales del 2021.
Por ejemplo, el correísmo y Centro Democrático, que en la Asamblea Nacional conforman Unión por la Esperanza (Unes), marcaron distancia y cada uno tiene precandidato a la Alcaldía porteña.
Para la Prefectura, Marcela Aguiñaga es la carta de Revolución Ciudadana y, en primera instancia, Héctor Vanegas fue el elegido por el movimiento de Jimmy Jairala, aunque después ese movimiento le quitó el apoyo.
En Pichincha, con 2 332 731 votantes, en su mayoría los partidos y movimientos políticos optaron por presentar solos a sus precandidatos. Hay tres coaliciones, una de ellas es del Partido Sociedad Patriótica y Democracia Sí.
Para la Alcaldía de Quito y la Prefectura de Pichincha hay 12 precandidatos. Hubo reuniones para unificar postulantes, al menos por tendencia. No obstante, los movimientos finalmente lanzaron a sus propios candidatos.
En Manabí las alianzas validadas son la integrada por el oficialista Creo y Construye (ex Ruptura); y la de dos movimientos provinciales junto al PSC y Suma. En la provincia de Los Ríos se ha validado tan solo una alianza.
Mientras, en Azuay se registran cinco coaliciones, 11 candidatos a la Alcaldía de la capital, Cuenca, y 10 a la Prefectura.
¿Por qué no se apostó por más alianzas?
Para el analista político Pedro Donoso, aunque no haya sido la opción mayoritaria, sí existen coaliciones, muchas de ellas incomprensibles hasta en términos ideológicos. Es el caso de Juntos Podemos (de Paúl Carrasco) con Creo, pero también con Centro Democrático, que en la Asamblea es parte de Unes. Cuando no hay una coincidencia programática e incluso ideológica, las negociaciones se centran en quiénes y en qué orden integrarán las listas. “Si el objetivo es llegar al poder, no hay alianza ideológica que valga”, indica el experto.
Para la politóloga Arianna Tanca, las pocas alianzas y su naturaleza tienen que ver con los partidos, porque no apuestan por la formación de cuadros. Esto ocurre pese a que el Código de la Democracia exige capacitaciones constantes a las bases.
También a que partidos que no tienen fuerza en ciertas localidades, optan por personajes con altos perfiles como candidatos.
Datos
59 alianzas deben subsanar algún documento que no fue presentado y una que fue rechazada. Al final, todas las solicitudes ascienden a 416.
Con el fin del período para pedir el registro de las coaliciones, lo único que les queda a los partidos políticos es declinar candidaturas.
El reglamento de alianzas establece beneficios como aumentar el porcentaje de la promoción electoral o tomar en cuenta los votos alcanzados en igual proporción para todos los integrantes.
El próximo 21 de agosto, la autoridad cumplirá con la convocatoria oficial a las elecciones seccionales del 2023.