Gladys y Lorena ya están acostumbradas a que ciertos productos o servicios sean más costosos cuando pagan con tarjeta de crédito o débito. Cuando pueden, prefieren pagar en efectivo, pese a que es más riesgoso tener dinero en el bolsillo.
Gladys, profesional de 43 años, cuenta que la semana pasada acudió a un chequeo dental. Su odontólogo le dijo que debía realizarse un procedimiento en varias citas. Las opciones de pago fueron: USD 365,15 en efectivo o 401,67 con tarjeta de crédito o débito. El recargo por el plástico era de 10%.
La mujer prefirió hacerlo en efectivo, para ahorrarse 36,52.
Asimismo, Lorena, de 41 años, relató que hace unas semanas llegó a un local de ropa que ofrecía un descuento del 10% en compras al por mayor. Ella escogió prendas para su hija de 5 años y para su madre. La cuenta superó los USD 500. Cuando se acercó a pagar le informaron que el descuento aplicaba solo para compras en efectivo y que si pagaba con tarjeta tendría un incremento de 11%.
Lorena no tenía esa cantidad en efectivo así que le tocó comprar con su tarjeta de crédito, con un pago corriente, que sumando los intereses del banco sobrepasó los USD 600, según relató.
Preferencia por el efectivo
Cobrar con tarjetas resta liquidez a los negocios, sobre todo a los pequeños, e implica costos por brindar este servicio. Estas serían las razones más importantes para que algunos comercios prefieran pagos en efectivo.
Según la Asobanca, el Servicio de Rentas Internas (SRI) estableció que las entidades financieras y emisoras de tarjetas actúen como sujetos de retención del IVA en las compras que se realizan con tarjetas de crédito y débito. En el caso de compra de bienes, la retención es del 30% y en el caso de servicios, la retención corresponde al 70%. Ese porcentaje se aplica sobre el valor del IVA, no sobre el valor de la compra.
“Esta medida provoca problemas de flujo de caja en los locales comerciales, puesto que cuando cobran con tarjeta dejan de tener disponible en la caja el dinero sujeto a retención”, dijo Asobanca.
Además de las retenciones, Diego Utreras, director ejecutivo de Clúster Financiero del Ecuador, recordó que la normativa establece una comisión para el comercio y para el usuario de la tarjeta, que va del 2% al 4,5%, dependiendo de si el pago es corriente o diferido. Eso está establecido en la Codificación de Resoluciones Monetarias.
Pero los costos se incrementan por el uso del datafast, el alquiler de estos equipos puede llegar hasta USD 480 anuales.
Según un estudio de Clúster Financiero, los comercios tienen una reducción del 14% al 16% de ingresos cuando se reciben compras con tarjetas. “Esta es una de las razones para que se prefiera el efectivo”, añadió Utreras.
Según el XI Informe de Tendencias de Medios de Pago, de Minsait Payments, en la región Ecuador es el país donde más personas bancarizadas consideran al efectivo como su medio de pago principal, con el 37%, en 2021. Por ejemplo, en Colombia llegó al 28% y en Perú, al 21%.
El Clúster Financiero trabaja en una propuesta para que el SRI revise las retenciones para los microcomercios, con el fin de incentivarlos a recibir tarjetas.
¿Qué dice la normativa?
La Codificación de Resoluciones Monetarias prohíbe que los establecimientos trasladen los valores que deben pagar los comercios por comisiones a los consumidores. El artículo 50 de la Ley Orgánica de Defensa del Consumidor establece que el precio para el pago con tarjeta de crédito debe ser el mismo que al contado.