La niña de cuatro años no fue a la escuela por dos razones. No tiene su mochila escolar y está atemorizada por lo que vivió durante el asalto al negocio de sus padres en la parroquia El Tablón, del cantón lojano de Saraguro, sur del Ecuador.
“No puede ver a los policías, llora, se angustia, tiembla y piensa que son sus peores enemigos”, dijo un familiar del parador turístico La Potranca, que fue asaltado la noche del 20 de abril de 2022, a eso de las 23:00.
Siete armados vestidos con uniformes de policías y mascarillas ingresaron solicitando hospedaje. Al pasar, sometieron a los dueños (pareja de esposos) con revólveres para que entreguen el dinero y otros objetos de valor.
Para evitar ser agredidos, la pareja los llevó hasta la habitación donde guardaban las ventas del día (restaurante) y allí estaban los niños de tres y cuatro años. Uno de los desconocidos se abalanzó contra la hija mayor, pero los padres les suplicaron que no les hagan daño.
De allí cogieron la mochila escolar que estaba visible y dentro guardaron el dinero, las joyas, dos celulares y dos tablets. También les obligaron a entregar las llaves de la camioneta Chevrolet Dmax que estaba estacionada afuera y escaparon en los dos vehículos.
Este hecho ocurrió en la parroquia El Tablón, del cantón lojano de Saraguro, en el límite con el cantón Oña, perteneciente a la provincia de Azuay, en el sur del Ecuador. El parador turístico está ubicado en la vía principal Cuenca-Loja.
Enseguida los dueños se comunicaron con los familiares y vecinos para pedir ayuda. Ellos llamaron a las Unidades de Policía acantonadas en Saraguro, que está a 30 minutos, de Oña (tres minutos) y La Paz (40 minutos).
Según los familiares, el uniformado de Oña les contentó que no pueden asistir porque eso pertenece a Saraguro y de La Paz que está lloviendo fuerte. Finalmente llegaron los de Saraguro, cuando los delincuentes ya estaban muy lejos.
“El abandono y indolencia de la Policía Nacional duele más que el mismo atraco. Estamos totalmente desprotegidos en medio de la inseguridad”, dijo uno de los dueños visiblemente molesto por los hechos que vivieron.
Mientras tanto, a esa hora los amigos, conocidos y allegados de los afectados colaboraron con alertas del robo en las redes sociales y la misma búsqueda por los poblados aledaños de Azuay y Loja. A eso de las 3:00 del jueves 21 de abril encontraron la camioneta abandonada en la parroquia cuencana de Cumbe, casi al pie de una vivienda.
La propietaria de ese inmueble se sorprendió ante el ruido extraño de un vehículo y al asomarse sigilosa por la ventana vio que sus ocupantes se marcharon. De allí llamó a la Policía y al llegar confirmaron que se trataba de la camioneta que estaba reportada como robada.