Como opinante independiente y socialdemócrata debo decir que la Ley Tributaria, que entrará en vigencia, es necesaria para ordenar y reactivar nuestra economía y evitar que la pobreza sea crónica e irreversible. Por eso es inoficioso seguir discutiendo aspectos legales y sus circunstancias porque lo esencial es crear condiciones para que haya menos desigualdad entre los ecuatorianos que están empleados, con protección social y los que no tienen nada. Para entender esta inequidad es básico desechar los extremismos infantiles de una política provinciana y apoyar al país que tanto necesita salir del hueco.
Pero el Gobierno debe decirnos en qué van a gastar los US$ 1.900 millones que estima recaudar adicionalmente en los próximos dos años. Si antes no se explicó didácticamente porqué ni para qué se presentaba el proyecto de reforma tributaria ahora deben hacer pedagogía respecto a las prioridades y objetivos concretos que se persiguen y decirnos para qué van servir los nuevos tributos y el grado de austeridad que exige la administración de la escasez.
Necesitamos hacer obra pública redistributiva para mejorar la vida de todos, con un financiamiento a tasas bajas cuando baje el riesgo país, sin que la tasa de crecimiento de la deuda supere a la del crecimiento del Ecuador. Las instituciones multilaterales de crédito admitirán que los esfuerzos para aumentar la recaudación son suficiente demostración para lograr los equilibrios fundamentales, sin afectar al empleo que necesitamos para salir adelante, porque un crecimiento de la economía a base de la informalidad laboral no es deseable.
Es imperativo mejorar la infraestructura pública para agilizar la logística de nuestra producción y, por otra parte, seguir el ejemplo de la industria camaronera que este año exportará más de US$ 4.000 millones, pagando los sueldos actuales, pues su productividad se basa en la gestión moderna, trabajo técnico eficiente y no a base de los sueldos bajos. Así mismo, las exportaciones mineras seguirán creciendo por sobre los mil millones de dólares, pero es importante saber cuánto de este valor se queda en el país y cuántos empleos directos genera.
La agroindustria de especialización y la pesquería son sectores potentes para posicionar al país con productos competitivos, ya que los bienes industriales no tienen cabida porque la tecnología dominan China y otros países emergentes.
La visión nacional exige atraer nuevas inversiones que sean empleadoras para compensar los recortes presupuestarios previstos por un valor que unos US$ 3.500 millones, en cuatro años, lo que implicaría más desempleo. La Ley Tributaria es un instrumento útil para atraer por fin inversiones serias, pues desde siempre se ha tratado de alcanzar este objetivo, se ha viajado mucho por el mundo y no hay nada novedoso para la estructura productiva del Ecuador.