La semana pasada se estrenó a nivel mundial la película “El Planeta de los Simios: Nuevo Reino” En esta película, de 20th Century Studios, los simios (chimpancés, gorilas, y orangutanes) son la especie dominante. Durante el desarrollo de esta película, aparte de los dos humanos protagonistas (Mae y Trevathan), aparecen también un grupo de personas, con apariencia de cavernícolas y comportamientos muy primitivos. En este filme, también se destaca Proximus, un simio que se cree César a la hora de gobernar su imperio. En este punto déjeme decirle que no voy a hacer un análisis de la película, sino que la voy a conectar con el análisis del uso e impacto de la Inteligencia Artificial (IA) Generativa en la educación. Entonces, seguramente, su crítica será ¿por qué no ponerle un título más acorde al tema a analizar? Y la respuesta es porque si ponía un título más acorde al análisis, probablemente Usted habría ignorado este artículo. Además, al final de este artículo, hay un punto en el que conectamos la película con el objeto de análisis de este artículo. Hecha esta aclaración, le invito a continuar leyendo esta columna.
Empecemos con un poco de contexto. Hoy en día estamos viviendo un gran boom tecnológico con la IA generativa, gracias a la cual tenemos una gran variedad de asistentes de IA para generar texto, imágenes, audio, y video, de forma automática. Básicamente, en estas herramientas podemos describir, mediante texto, voz, imágenes, o video, lo que queremos generar (es decir, definimos un prompt). Luego presionamos el botón para generar, y listo: tenemos un resultado. Si no nos gusta el resultado, entonces ajustamos el prompt (a esto se llama prompt engineering), y repetimos el proceso hasta obtener el resultado deseado o algo muy próximo al mismo. Entre los asistentes de IA más importantes que podemos usar sin un pago económico están:
¿Por qué se llaman asistentes de IA? Separemos la respuesta en dos partes. Primero, se llaman asistentes porque están diseñados para asistir o ayudarnos a generar datos que satisfagan nuestros requerimientos. La idea es que estas herramientas sean nuestros copilotos, o ayudantes, para el desarrollo de múltiples tareas. Por eso, por ejemplo, Microsoft le puso el nombre de Copilot a su asistente de IA. Segundo, se llaman asistentes de IA porque han sido creados usando machine learning, que es una parte de la IA que se dedica a desarrollar algoritmos que simulan la capacidad humana de aprender.
Con este contexto, comencemos el análisis remarcando una palabra que la hemos mencionado varias veces y que es clave: asistente. La idea de los productos o servicios creados con IA generativa es ayudar o asistir a una persona en el desarrollo de algunas tareas para alcanzar un objetivo de manera eficiente y efectiva. Por ejemplo, podríamos usar cualquiera de las herramientas que mencioné anteriormente para “buscar en internet información sobre todas las películas de la serie el Planeta de los Simios y, con los datos de esta búsqueda, escribir un ensayo, de cinco párrafos, donde se analice en profundidad la serie de películas del Planeta de los Simios” De hecho, le invito a copiar el prompt que he puesto entre comillas, y probar con cualquiera de las herramientas que mencioné anteriormente.
Muchas personas usan a diario herramientas de IA generativa y eso, si lo hacen de forma ética y responsable, está muy bien. Después de todo, ¡para eso han sido creadas estas tecnologías! En mi experiencia, en Ecuador uno de los usuarios más importantes de estas herramientas modernas y sofisticadas son los estudiantes. En múltiples conferencias que he dictado sobre IA a estudiantes de colegio y universidad he preguntado ¿cuántos usan herramientas de IA generativa en su actividad estudiantil? Después de algunas insistencias, para que respondan de manera sincera y honesta, una gran mayoría confiesa que las usa. A la hora de responder esta pregunta, muchos estudiantes tienen temor de contar que usan herramientas de IA ¿Por qué el temor? Probablemente, porque no quieren revelar su “arma secreta” que les ayuda a hacer, o quizá les da haciendo por completo sus tareas. Aparte, cuando he preguntado si en sus centros educativos les han enseñado cómo usar correctamente estas herramientas, la respuesta contundente es ¡no!
Aquí encontramos un potencial problema que puede estar ocurriendo en el ámbito educativo ecuatoriano: no se está haciendo un uso responsable y ético de las herramientas modernas de IA generativa ¿La culpa es solo de los estudiantes? ¡Por supuesto que no! La culpa es de todos los actores conformamos el sistema educativo. Los profesores somos culpables por no evolucionar ante los avances tecnológicos, y seguir enviando tareas inútiles que pueden ser realizadas por algoritmos. Los padres de familia son culpables por no saber cómo se desempeñan sus hijos en el ámbito educativo. Las instituciones educativas y los entes que las regulan son culpables por no desarrollar planes y políticas, y por no proporcionar los recursos necesarios para fomentar un uso ético y responsable de las nuevas tecnologías. Por último, los estudiantes son también culpables por no entender que deben aprender, desarrollar, y ejercitar su mente, y no únicamente hacer las tareas, y aprobar los años o semestres a como dé lugar. Nótese que la solución no es prohibir el uso de estas herramientas, sino orientar a cómo hacer un buen uso de estas.
Para fomentar un uso ético y responsable de las herramientas de IA generativa en la educación, tenemos varios instrumentos que nos pueden servir de guía o apoyo. Por ejemplo, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia, y la Cultura (UNESCO), recientemente, emitió los siguientes documentos:
- ChatGPT e Inteligencia Artificial en la Educación Superior: https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000385146_spa#:~:text=URL%3A%20https%3A%2F%2Funesdoc.unesco.org%2Fark%3A%2F48223%2Fpf0000385146_spa%0AVisible%3A%200%25%20https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000385146_spa#:~:text=URL%3A%20https%3A%2F%2Funesdoc.unesco.org%2Fark%3A%2F48223%2Fpf0000385146_spa%0AVisible%3A%200%25%20 Aquí se plantea “algunos de los principales retos e implicaciones éticas de la IA en la educación superior y ofrece medidas prácticas que las instituciones de educación superior pueden adoptar”
- Guía para el uso de IA generativa en educación e investigación: https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000389227 En este documento, entre otras cosas, se “ofrece recomendaciones concretas para los formuladores de políticas y las instituciones educativas sobre cómo diseñar el uso de herramientas de IA generativa, con el fin de proteger la intervención humana y beneficiar genuinamente a estudiantes, aprendices e investigadores.”
A estos instrumentos también le acompañan recomendaciones del Foro Económico Mundial (https://www.weforum.org/agenda/2024/01/ai-guidance-school-responsible-use-in-education/#:~:text=URL%3A%20https%3A%2F%2Fwww.weforum.org%2Fagenda%2F2024%2F01%2Fai) y del Departamento de Educación de los Estados Unidos de América (https://www.ed.gov/news/press-releases/us-department-education-shares-insights-and-recommendations-artificial-intelligence).
Entonces, ¿qué tiene que ver El Planeta de los Simios con el uso de las herramientas de IA generativa en el ámbito educativo? Pues que, si no fomentamos una cultura de uso responsable y ético de las nuevas tecnologías en el ámbito educativo, pronto tendremos en la sociedad a bípedos, con mentes atrofiadas y con poco o nulo conocimiento, comportándose como el grupo de humanos que aparecen en la última película del Planeta de los Simios. O quizá tengamos a “profesionales” ineptos o incompetentes liderando una sociedad al estilo de Proximus, que se cree todo un César, en una sociedad de limitados. Por lo tanto, ¡es hora de actuar y evitar que tengamos un futuro como El Planeta de los Simios!