Hay un clamor generalizado de eliminar ese engendro chavista-correísta del rebuscado Consejo de Participación Ciudadana y Control Social que no tiene nada de participación y peor de social ya que fue mañosamente creado para que sirva de pantalla para los desafueros del Gobierno correísta que se reforzó con una frondosa burocracia improductiva y voraz.
Si las cosas en derecho se deshacen como se hacen, fue una lamentable omisión de presidente Moreno el no haber convocado al pueblo para la eliminación de tal Consejo en las elecciones del pasado 24 de marzo lo que nos hubiera ahorrado tanto problema protagonizado por el triste célebre cura Tuárez quien sin ninguna norma de austeridad alegremente despilfarró la bicoca de más de dos millones de dólares, por lo que debe ser observado por la Contraloría ya que está claro que cometió un peculado.
Está actuando un nuevo Consejo remendado con suplentes sin ninguna vocación de servicio por lo que, considerando que deben tener un poco de sensibilidad, deben declinar sus funciones en razón de que nada trascendente puede hacer en los escasos meses que estarán, además de que tendrán buenos emolumentos del ya inflado presupuesto fiscal.
Es evidente que el Gobierno ha incumplido su compromiso de bajar el gasto corriente en proporción a su volumen que como fatal herencia le dejo el Gobierno anterior.