El terremoto de magnitud 7.1 que golpeó a California el pasado viernes 5 de julio del 2019 dejó una grieta en la Tierra. Foto: People Labs, Inc.
El terremoto de magnitud 7.1 que golpeó a California el pasado viernes 5 de julio del 2019 dejó daños estructurales, además de incendios provocados por los movimientos telúricos. Pero también devino en alteraciones geológicas y topográficas visibles desde el espacio exterior. El sismo abrió una grieta en la tierra que pudo ser fotografiada con un satélite.
Cuando el terremoto se inició, a las 20:39 del viernes, las estructuras californianas se resquebrajaron. Al día siguiente, los habitantes vieron que el daño no había sido superficial.
La compañía privada Planet Labs, Inc. de Satélites de Observación de la Tierra que opera en California proporcionó a la cadena informativa CNN una serie de imágenes que muestran la grieta que se formó en el área cercana al epicentro, registrado a 18 kilómetros del desierto de Ridgecrest.
En las imágenes satelitales, se observa claramente la fisura en la Tierra, resultado del terremoto. La grieta, según reporta CNN, se extiende a una distancia considerable de un área que aparentemente contuvo agua. Los patrones de erosión en la arena del desierto indican que parte del líquido fue succionado cuando se generó el sismo.
La grieta no es la única muestra de la afectación topográfica tras el terremoto. El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés) informó que la carretera 178, en el Sudoeste de Trona, ubicada en el condado de Inyo (California) colapsó. La vía fue cerrada para que se inicien las labores de reparación.