Veía un video con sus hermanos y surgió la idea. ¿Por qué no estampar camisetas a mano? De inmediato habló con sus padres, hizo una lista de materiales, diseñó la técnica y comenzó a trazar con pinceles su deseo de emprender. “Mi pasatiempo siempre ha sido dibujar a colores o en carboncillo; lo hacía en mi tiempo libre”, recuerda Jesús Herrera, creador de la marca JH.
En un rincón de su sala, en el cantón Durán (Guayas), el joven ha improvisado su taller de trabajo. Su jornada está rodeada de diminutos frascos multicolores, brochas de distinto grosor y las complicadas plantillas que diseña en su computador, la parte más compleja de la cadena de producción.
El sueño se concretó el 2021. “Estaba cansado de no poder ayudarme ni poder ayudar a mis padres en algo. Así que pensé en emprender”, cuenta Jesús, reclinado en su silla de ruedas. Cuando tenía 6 meses en el vientre de su madre, una ecografía detectó un mielomeningocele, defecto que impide que la columna se forme por completo. “El médico me dijo que no podía nacer así -recuerda Juana Lavayen, su mamá-. Yo no podía acabar con su vida”.
Desde que nació, todos en casa se unieron para ser su soporte. Jesús ha pasado por más de nueve cirugías, sufre una alergia que puede ser mortal, debe tomar varios medicamentos al día, pero nada detiene su impulso emprendedor.
Trazo milimétrico
Su trabajo artesanal empieza con la selección de las imágenes. Puede pasar horas frente al computador, buscando diseños en tendencia. El primero que eligió fue un escorpión que todavía le sigue generando pedidos.
Con los bocetos impresos saca las plantillas. Es la etapa más minuciosa, de precisos y pequeños cortes con un delgado estilete. Sus hermanos ayudan con el delineado y después su mamá rocía pintura en espray sobre las camisetas para marcar la silueta.
Entonces Jesús muestra su arte frente a una paleta de colores, tomando con sutileza el pincel más fino de todos para un acabado de calidad. Cada trazo milimétrico da forma a coronas, caricaturas, personajes de ficción, entre otros. Las camisetas se venden desde USD 15.
Invirtiendo el bono
Los primeros materiales que abrieron el camino de la marca JH fueron comprados con un préstamo. En este mes, cuando Jesús empezó a recibir el bono Joaquín Gallegos Lara, pagó parte de la deuda. Esta es una compensación de USD 240 que el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) entrega a las personas con más del 65% de discapacidad, también a quienes tienen enfermedades catastróficas y raras.
La familia Herrera-Lavayen completó todos los requisitos, incluso antes de recibir este beneficio, el joven fue invitado a las ferias de emprendimiento que organiza el Ministerio. Estas han sido la vitrina para sus diseños. Miguel Ángel López, director distrital del MIES en Durán, indica que también cuentan con espacios fijos a los que tienen acceso los emprendedores para exhibir sus productos, gratuitamente.
Listo para la ‘U’
Jesús tiene 22 años y su anhelo de estudiar una carrera universitaria se hizo realidad hace pocos meses.
Lilia Cabrera lo motivó. La facilitadora del proyecto Atención al Hogar y a la Comunidad, que fusiona esfuerzos entre el Municipio de Durán y el MIES, fue la primera en llegar a casa de los Herrera y parte de su asistencia desde el año pasado ha sido buscar cupo en una universidad.
Ella encontró un cupo en un programa de becas en una universidad particular que cubre el costo de las mensualidades según el porcentaje de discapacidad. Jesús cancelará el 30% de la pensión con el bono que recibe.
El lunes ya comenzó la inducción para las clases en línea en la carrera de Comunicación Estratégica y Marketing Digital. Jesús sabe que los estudios le ayudarán a promocionar su negocio, para el que por ahora ha creado un WhatsApp Business con el número 097 962 8477 y la cuenta @moda_artesanal_jh en Instagram.