En el Hotel Prahran se utilizaron tubos de hormigón en varios espacios y también a lo largo de la fachada. Foto: Plataforma arquitectura
Los tubos de hormigón de sección circular, en sus más diversos diámetros, son quizás los conductos más utilizados en el mundo. La industria lleva fabricando estas piezas durante años, para una diversidad de aplicaciones, sobre todo para alcantarillado, cableado eléctrico, distribución de agua potable y otros trabajos.
Estos recursos aportan rapidez en la construcción y una adecuada resistencia al esfuerzo. Gracias a estas ventajas, en la actualidad se emplean en estructuras de proyectos arquitectónicos creativos.
Según detalla el portal Plataforma Arquitectura, estos tubos de hormigón son conductos rígidos, con estructura propia, que pueden contener o no refuerzo metálico, según sus exigencias estructurales.
Su geometría le permite soportar el peso de la tierra y de otras cargas estructurales accidentales. En arquitectura, el primer uso que se viene a la mente es en parques infantiles. Aquello bajo la idea de que un tubo de hormigón se puede utilizar en un juego divertido.
Algunas firmas y arquitectos alrededor del mundo están usando este recurso más allá de lo industrial. La versatilidad que ha demostrado capta el interés de más profesionales que buscan crear proyectos innovadores y funcionales.
Un ejemplo es el proyecto del Hotel Prahran, de Techne Architecture+Interior Design, en Australia. Aquí, los grandes tubos de hormigón se utilizan formando una nueva fachada junto al edificio histórico e incluyendo los mismos elementos en el interior.
En palabras de sus arquitectos, el uso de grandes tubos de hormigón apilados para la fachada les cautivó, porque tienen profundidad y pueden ser interactivos. Además, tienen una calidad dramática y escultórica.
La versatilidad de las dimensiones de las piezas, ya sea en sección transversal o en longitudinal, permite que se utilicen para programas aún más complejos. El Tubo Hotel, de T3arc, en México, está inspirado en la experiencia del arquitecto Andreas Strauss, con Desparkhotel, en el que usan tubos de hormigón reciclado para crear las habitaciones.
Este proyecto utiliza una solución muy parecida. Cada módulo simple tiene una cama doble apoyada en las paredes del tubo, una de las cuales está cerrada por un marco de metal.
Hay arquitectos que van más allá en sus propuestas: como en el caso de OPod Tube House, diseñada por James Law Cybertecture, en Sha Tin, Hong Kong. Se trata de una unidad de vivienda experimental de bajo costo, construida a partir de un tubo de hormigón de 2,5 metros de diámetro.
Este proyecto utiliza una estructura de concreto para albergar un apartamento para una o dos personas, incluyendo una sala, cocina y baño, en 9,29 metros cuadrados. Las piezas se pueden apilar para convertirse en un edificio de poca altura y generar una dinámica modular.