Los tsáchilas buscan ser patrimonio cultural

En el centro Abraham Calazacón se hacen representaciones de los rituales. Foto: Juan Carlos Pérez para EL COMERCIO

Los tsáchilas realizan un estudio minucioso de sus costumbres y tradiciones. Ellos buscan ser declarados por la Unesco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Pero para lograrlo, deben definir y corroborar las tradiciones en el ámbito medicinal, ancestral, cultural y gastronómico.
Hay tradiciones que se han perdido y otras que se han modificado para adaptarlas a la convivencia con los mestizos de la ciudad de Santo Domingo de los Colorados, lugar donde habitan en siete comunas, desde hace más de 500 años.
Javier Aguavil, gobernador Tsáchila, señaló que la idea surgió en el 2014 por una preocupación: el idioma y la vestimenta tsáchila se estaban perdiendo. Según datos de la Gobernación Tsáchila, solo el 30% de los nativos vestía la indumentaria típica. “De los 3 000 tsáchilas, solo el 50% habla nuestra lengua materna, el tsáfiki”, señaló.
Esa fue una de las razones por las que la nacionalidad junto al Ministerio de Cultura y Patrimonio empezaron a trabajar sobre la declaratoria.
A principios de este año se creó una mesa técnica de patrimonio, en la que participan las autoridades tsáchilas e instituciones provinciales.
Luego de la conformación de la mesa, los poné (sabios) y los exgobernadores de la nacionalidad también se han reunido. Ellos llegaron a la conclusión de que aún hace falta estudiar a fondo a la nacionalidad antes de declararla patrimonio.
Manuel Calazacón, exgobernador Tsáchila, opinó que se debe trabajar con los más de 10 centros culturales y turísticos, ya que los guías turísticos son los que mejor conocen las tradiciones. “Nuestro alfabeto y lengua son muy complejos. Hay palabras que hemos pronunciado mal toda la vida”.
Los poné (chamán) señalan que se debe trabajar en varios proyectos antes de continuar con el pedido de declaratoria.
Aunque Aguavil señaló que uno de los objetivos de la mesa es la creación del ‘Plan de Salvaguardia de la Cultura Tsáchila’, que servirá para contrastar esas las leyendas y datos, pero también ayudará a rescatar las manifestaciones culturales que se están perdiendo en la nacionalidad.
Para elaborar ese plan se hizo un levantamiento de datos, que surgió de una investigación realizada por el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC) en las siete comunas tsáchilas.
Ahí se efectuó una recopilación de datos acerca de la historia y tradiciones tsáchilas. La mayoría de datos se obtuvo a través de los historiadores orales que tiene la nacionalidad, que luego fueron convertidos en fichas técnicas del INPC. “El trabajo es arduo, porque cada dato es contrastado. La idea es que el legado tsáchila se inmortalice tal y como es. No buscamos embellecer nuestra cultura”, dijo Aguavil.
Pero el marimbero Augusto Calazacón señala que se han dejado de lado costumbres que deben rescatarse como la construcción y entonación de la marimba, elaborada con árboles de los bosques nativos.
Según el músico, los verdaderos maestros de la marimba ya han fallecido y las nuevas generaciones no han prendido al 100% a tocarla ni a construirla. “No se trata de que sea bonita, sino de que tenga el sello tsáchila en la entonación. De lo contrario puede confundirse con la música de otras etnias”, manifestó.
Pero Aguavil comentó que esos aspectos sí se han tomado en cuenta y que lo más probable es que el plan sea aprobado este mes y que el 22 de junio se consiga la declaratoria.
Sin embargo, varios tsáchilas se oponen a que se haga tan pronto. “Nunca nos socializaron el proyecto y hay gremios que no han participado”, dijo mateo Calazacón, presidente de la comuna Chigüilpe.
La Asociación de Vegetalistas también pidió que se hiciera una difusión del tema.
Aguavil manifestó que las fichas técnicas están subidas a la web del INPC y que además los tsáchilas interesados pueden encontrar la documentación en la Gobernación.