Las pantallas de los celulares emiten una luz azul brillante para que podamos mirarlas sin dificultad en cualquier momento del día, inclusive en los días soleados. Foto: Pexel.
La exposición prolongada y diaria a las pantallas de computadoras, tabletas, celulares y televisiones tiene un efecto negativo sobre la piel si es que no se usa protección solar. Si bien la luz que emiten estos dispositivos no quema, a largo plazo puede ocasionar manchas.
Las pantallas emiten un tipo de radiación llamada luz azul. Esta parece inofensiva, pero puede penetrar más que la luz que emite el sol, conocida como UV. Atraviesa la epidermis, la dermis y llega a la capa subcutánea.
El dermatólogo Jorge Bonifaz explica que la luz azul tiene efectos biológicos sobre la superficie de la piel que se traducen a manchas cutáneas.
“Con el 60% de las personas pasando más de seis horas al día en frente de un dispositivo digital, cinco días laborables pueden tener el mismo impacto en la piel que estar bajo el sol 25 minutos durante el medio día sin ninguna protección”, informó una multinacional de cosméticos a mediados de 2020.
Bonifaz aclara que se trata de daños acumulativos que se visibilizan a largo plazo. A partir de la pandemia, una época en la que el trabajo, los estudios y el entretenimiento se volcaron a las pantallas, el dermatólogo ha observado un incremento del 30% de consultas por la aparición de manchas o melasma.
El especialista indica que este es un problema principalmente estético, pero que puede derivar en una afectación sicológica. “Las personas se observan con manchas y no les gusta lo que ven. Hay una repercusión sicológica”, asegura.
Todos los grupos poblacionales son vulnerables a la luz azul. Sin embargo, ciertas enfermedades dermatológicas, como la rosácea y el lupus cutáneo, se van a exacerbar más con la exposición indiscriminada a este tipo de radiación.
La luz azul también tiene efectos en el reloj biológico y la salud ocular.
La prevención es clave; también hay tratamientos
Para evitar la aparición de manchas, es necesario usar pantalla solar con un factor de protección mayor a 30 a diario, cada tres o cuatro horas.
Bonifaz recomienda buscar un producto adecuado para el tipo de piel: seca, normal o grasa. Además, el protector debe tener un filtro para luz azul. Esto se indica en el empaque de la crema solar.
Quienes ya tienen manchas deben acudir a un especialista. El dermatólogo analizará el caso y enviará una receta o tratamiento personalizado.