El insomnio es la dificultad para iniciar, mantener el sueño, o bien percibir una mala calidad de sueño pese a dormir un número de horas que, aparentemente, puede ser suficiente. Según la neuróloga del Instituto de Investigaciones del Sueño de Madrid y experta en sueño Celia García Malo, también se puede hablar de insomnio cuando el paciente percibe igualmente síntomas durante el día.
En estos casos, la persona se siente cansada, tiene problemas de concentración, de ansiedad, de irritabilidad o de ansiedad. Al mismo tiempo siente cuando se tiene que meter en la cama, que es el momento en el que se inicia la pesadilla (‘me intento dormir y no puedo y me pongo nervioso’).
Aquí esta experta en sueño reconoce que no hay un número de horas determinado que debamos dormir todas las personas. “No se puede generalizar y decir que todos debemos dormir 8 horas” ya que, según precisa, las necesidades totales de sueño cambian a lo largo de la vida. No es lo mismo en un bebé que en un anciano.
“En un adulto de edad media podemos decir que, igual que cualquier otra persona tiene que dormir ese número de horas que le permita estar bien al día siguiente.
Hay personas que necesitan dormir 10-12 horas para estar bien, pero otras no; por tanto, la recomendación es que escuchen a su cuerpo y duerman el número de horas que individualmente necesiten para sentirse bien”, sostiene esta doctora.
La especialista lamenta que muchas veces esto no es posible. El problema de la sociedad actual, puntualiza, es que estamos privados de sueño, no dormimos lo suficiente. Y esto es por trabajo, por los viajes, por nuestro ritmo de vida en definitiva.
No dormir es peligroso para la salud
La doctora García Malo sostiene que no dormir puede ser peligroso para nuestra salud. Recuerda que hay enfermedades en las que la primera manifestación puede ser el sueño. Por ejemplo, la apnea obstructiva del sueño, donde el insomnio es la primera manifestación. Es un trastorno respiratorio que conlleva, además, riesgo cardiovascular.
Quienes no descansan bien pueden desarrollar trastornos del estado de ánimo, ansiedad o depresión. También está demostrado que la falta de un descanso adecuado puede aumentar el riesgo de muerte por cualquier causa. Se puede incluir riesgo cardiovascular (más riesgo de tener hipertensión, diabetes, y que esto pueda derivar en un infarto o en un ictus).
“Otro tipo de problemas médicos, como el riesgo de tener cáncer, también está relacionado con la privación de sueño. El sueño es determinante para que funcione bien nuestro sistema inmunológico, encargado de detectar aquellas células que han mutado.
Y si no descansamos bien, esto puede afectarnos”, recalca la neuróloga del Instituto de Investigaciones del Sueño de Madrid. Según la experta, “se le presta muy poca atención al sueño, cuando es imprescindible para que estemos sanos desde el punto de vista mental como físico”.
Qué mejorar en el día a día
La doctora García Malo señala que en nuestro día a día podemos mejorar determinados aspectos para, a su vez, evitar el insomnio. Aquí entraría la higiene del sueño, que lamenta que “casi nadie la practica”, a través de mantener unos horarios regulares.
“Cuándo tiene que dormir nuestro cerebro y estar despierto, es muy rítmico porque son hormonas. Le podemos enseñar regularidad de horarios, para que esas hormonas se fabriquen en el momento justo, y eso da lugar a conciliar mejor el sueño”, indica.
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