El ‘squirt’ es un término sexual que ha ganado mucha popularidad en los últimos años. En algunas partes se define como la ‘eyaculación femenina’, pero los expertos indican que son dos cosas totalmente diferentes.
Lo primero que hay que dejar claro es de dónde viene el concepto. Según la médica cirujana con posgrado en sexología clínica y terapia de pareja de Profamilia, María Camila Rodríguez Guzmán, la ‘culpable’ del auge del ‘squirt’ es la pornografía.
“Esta industria lo ha generalizado y lo ha exagerado, por lo que confunde a las personas y no aporta a su educación sexual”, dijo.
La experta, además, agregó que “la pornografía ha vendido la idea de que lo único que importa es el orgasmo y las parejas descuidan la importancia de cada una de las etapas de la relación sexual”.
“Hay casos de mujeres que creen que son anorgásmicas (dificultad habitual para alcanzar el orgasmo) porque no producen el ‘squirt’ o las reacciones exageradas del porno, pero eso no es verdad: al orgasmo se llega a la manera de cada una”, sostuvo.
El orgasmo femenino
Para entender mejor el ‘squirting’ y la eyaculación femenina hay que entender qué es un orgasmo.
Fernando Rosero Mera, médico de la Universidad de La Sabana y sexólogo clínico de la Universidad de Barcelona, explicó que “el orgasmo es la sumatoria del fenómeno cerebral (momento de desconexión y máximo placer) y el componente fisiológico (una serie de contracciones rítmicas e involuntarias), con una duración de 15 a 20 segundos”.
Claudia Marcela Otálora, coordinadora de ginecología y obstetricia del Hospital Infantil Universitario San José, añadió que entre el 85% y 90% de las mujeres experimentan un orgasmo clitoridiano (por la estimulación del clítoris) y solo un 10% o 15% experimentan un orgasmo vaginal.
“Dependiendo de la intensidad del orgasmo se secretan diferentes fluidos”, señaló la experta.
Las etapas
La relación sexual se compone de tres etapas. La primera es el deseo, en el que influye la testosterona.
“Esta es producida por los hombres en una cantidad de 7 miligramos al día, mientras que las mujeres producen diariamente 0,3 miligramos, situación que ocasiona que hombres y mujeres experimenten su sexualidad de forma distinta”, manifestó Otálora.
La segunda es la excitación, que es en la que se presenta la lubricación.
“Es la apertura de los vasos sanguíneos que permite la formación de líquido lubricante por medio de las glándulas de Bartolino. Con esto se disminuyen las molestias o el dolor producto de la fricción en la relación sexual”, aseveró el médico Rosero.
Otálora, por su parte, dijo que la lubricación es importante porque influye en la experiencia de ambas partes durante el coito.
Una relación sexual donde va a haber una penetración sin lubricación es absolutamente dolorosa, tanto para el hombre como para la mujer.
La última etapa es la del orgasmo, que es cuando se está en el máximo nivel de placer y pueden secretar el ‘squirt’ o la eyaculación.
Las diferencias
La eyaculación femenina ocurre por la contracción de las glándulas de Skene que se encuentran en la uretra. Según el médico Rosero, así como se presenta durante el orgasmo, en algunos casos también aparece antes del mismo.
Esther Balac, columnista de sexo de EL TIEMPO, explicó que en la eyaculación femenina se secretan “unos pocos milímetros de líquido lechoso y espeso producido por unas células que remedan lo que en el hombre sería la próstata”.
Hay que insistir en que su cantidad es una décima parte de su versión masculina, es decir, es ínfima.
La médica y sexóloga Rodríguez dijo que el líquido de la eyaculación femenina tiene el mismo contenido de componentes proteínicos que el semen.
No obstante, la ginecología Otálora comentó que “no es tan aceptable el término de eyaculación femenina, pues el eyaculado debe tener unas características en cuanto a sustancias y células que una mujer no produce en un orgasmo”.
En cuanto al ‘squirt’, Otálora explicó que es orina diluida que proviene de la vejiga y está muy asociado al momento del orgasmo.
“Solamente el 10% de las mujeres producen este fluido de manera regular y frecuente, pero cualquier mujer con un orgasmo muy intenso puede presentar esto, por eso depende netamente del estímulo”, añadió.
De acuerdo Esther Balac, el ‘squirt’ tiene concentraciones variables de urea, creatinina y ácido úrico, que van desde los 15 hasta los 100 centímetros cúbicos.
En conclusión, la eyaculación femenina es un fluido lechoso, que se presenta con más facilidad en todas las mujeres y el ‘squirt’ es orina diluida que se genera con mayor regularidad en un porcentaje menor de mujeres, pero todas lo pueden producir con el estímulo adecuado.
Otra diferencia es que el líquido de la eyaculación se produce por el orgasmo, pero también al presionar la musculatura pélvica, al dar a luz o cuando las glándulas de Skene se llenan. El ‘squirt’, por su parte, solo se genera con el orgasmo.
Finalmente, las mujeres pueden llegar al orgasmo sin que haya eyaculación o ‘squirt’: a eso se le llama orgasmo seco.