Por lo general los cálculos renales no representan un riesgo mayor ni tiene daños permanentes si se detectan a tiempo, aunque su expulsión puede llegar a ser bastante doloroso.
Sin embargo, hay algunos ejercicios que se utilizan por años para hacer que los cálculos salgan del organismo mucho más rápido pues, aunque puedan no generar molestias mientras estén alojados en los riñones, cuando comienzan a desplazarse por el aparato urinario aparecen los dolores intensos.
Entre ellos, hablando específicamente de actividades físicas, se destacan las que conllevan movimientos del tronco superior, como la natación, correr e incluso la práctica del tenis.
¿Qué son?
Los cálculos renales son depósitos duros hechos de sales y minerales que se forman dentro de los riñones.
¿Cuáles son las causas?
La dieta, el exceso de peso corporal y varios suplementos y medicamentos pueden producirlos, afectando cualquier parte de las vías urinarias y ser forman cuando la orina se concentra y es cuando los minerales se cristalizan y se unen.
¿Cómo se expulsan?
El proceso puede ser bastante doloroso, aunque si se detectan no producen daños permanentes. Hay que tomar analgésicos para el dolor y mucha agua. Si se alojan en las vías urinarias y causan complicaciones, es posible que se requiera una cirugía.
¿Cuáles son los síntomas?
Un dolor punzante e intenso en la espalda y debajo de las costillas, el cual también puede presentarse en la parte baja del abdomen y la ingle, sensación de ardor al orinar, orina turbia o de color rosado, necesidad frecuente de orinar, náuseas y vómitos, fiebre y escalofrío y es cuando ya existe una infección.
¿Cuándo consultar al médico?
Cuando se presenta un dolor intenso que le impide sentarse, acompañado de náuseas y vómito, fiebre, escalofríos, sangre en la orina y dificultad al orinar.
¿Cuáles son los factores de riesgo?
Antecedentes familiares, no beber suficiente líquido, el exceso de sal y azúcar en las comidas, ciertos medicamentos y suplementos en exceso como las vitaminas.
¿Cómo prevenir esta enfermedad?
Tomar suficiente líquido todos los días, elegir una dieta con bajo contenido de sal y consumir calcio, solo si el médico lo ordena.
¿Cuál es el tratamiento?
Lo primero es tomar mucho líquido, para tratar de expulsar las piedras que se formaron, sin mayor esfuerzo. Si la persona tiene una piedra en los riñones, es posible que le receten medicinas, para evitar que se vuelvan a formar los cálculos. También existen procedimientos con instrumentos como el endoscopio, para eliminar las piedras si son muy grandes.
Las fuentes de información utilizadas fueron: National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Deseases, junto con la Asociación Española de Urología.
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