Sobre los batidos hechos de helado, leche y hielos se coloca grageas, paletas, chocolates, galletas, barquillos, algodón de azúcar, cup cakes, entre otra variedad de dulces. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO
Rojo, naranja, amarillo, verde, azul, celeste y violeta son los principales colores que se utiliza para armar un ‘rainbow shake’. Estas siete tonalidades del arcoíris se reflejan en las diferentes, texturas, sabores, toppings y decoraciones que contienen estos coloridos batidos, que parecen salidos de un cuento de hadas.
No se puede definir cual es su ingrediente principal, ya que entre más dulces contengan es mejor; sin embargo su base está hecha de helado de frutas, leche y hielo.
A esta mezcla, tipo malteada, se le agrega grageas, algodón de azúcar, galletas, barquillos, chocolate, jarabes de sabores, gomitas, frutas confitadas, paletas, y toda la variedad de caramelos y dulces que se pueda encontrar.
Estos productos de repostería, sin duda alguna, resultan un paraíso para los amantes de lo dulce, además de que al momento de prepararlos harán volar la imaginación y creatividad, debido a que hay que saber manejar las mezclas y combinaciones de colores, sabores y texturas.
Estos batidos arcoíris son ideales e infaltables en la mesa de las fiestas infantiles. Aportan elegancia y alegría, sus colores y formas hablan por sí solos, por ello no necesitan ninguna otra decoración, más que una muy básica, que los acompañe, destaca Belén Erazo, la propietaria de Ma-e Gourmet.
Ma-e Gourmet elabora sus ‘rainbow shakes’ con una base de helado y leche. Foto: Armando Prado / EL COMERCIO
“El gusto, las ganas y las diferentes emociones ingresan a los niños por los ojos, es decir, si a un pequeño le gustó lo que vio, querrá probarlo de alguna manera”, señala.
Para crear la base del batido, ella utiliza helado de vainilla, que combina con todo, y le va añadiendo diferentes sabores un poco más ácidos o cítricos como frambuesa, mora, cereza, chicle, ron pasas, maracuyá, frutos rojos, entre otros.
Los hielos son infaltables. Erazo recomienda servirlos siempre helados. También se debe contrastar la textura y presentación, es decir, si la parte de abajo es colorida y contiene varias mezclas, la parte de arriba debe ser más sobria y despejada.
Por otra parte si la parte inferior maneja un solo tono, en la parte superior se puede aprovechar colocando un sinfín de colores y detalles, pueden ser, incluso, formas o dibujos hechos con fondant.
De su parte, Daniela Carrasco, propietaria de Monster Shakes, ubicado en la calle ‘J’, al sur de Quito, les otorga un valor agregado, es decir, para ella estos productos pueden utilizarse para amenizar despedidas de soltera, matrimonios o eventos sociales varios.
Los detalles y un toque de alcohol para crear, por ejemplo, una piña colada a este estilo es lo que permite que no solo sean estrellas de las fiestas infantiles. Destaca también, que el diseño se puede hacer de acuerdo con lo que el comensal desee, es decir, personalizados.
Sus sabores favoritos para crearlos son maracuyá con chocolate, uva con chicle, maracuyá con mora, fresa con óreo, chocolate con naranjilla, entre otros; sin embargo señala que los comensales prefieren más combinar un sabor neutro con un ácido.
Lo recomendable es servir estos shakes en un vaso o copa de 200 mililitros, para niños y adultos, mientras que para “los más golosos” recomienda uno de 450 mililitros.
No solo el helado puede ser la base de estos batidos, para variar, también se puede utilizar fruta natural, pulpa de fruta, gelatina e incluso mousse, ingredientes más firmes para formar un mejor arcoíris.