Cuatro opciones gastronómicas para un recalentado navideño en este 2019

El pavo, cerdo o pollo pueden introducirse en recetas variadas y frescas tras las cenas de Navidad. Fotos: Julio Estrella / EL COMERCIO / Locación Universidad UTE

El pavo, cerdo o pollo pueden introducirse en recetas variadas y frescas tras las cenas de Navidad. Fotos: Julio Estrella / EL COMERCIO / Locación Universidad UTE

El pavo, cerdo o pollo pueden introducirse en recetas variadas y frescas tras las cenas de Navidad. Fotos: Julio Estrella / EL COMERCIO / Locación Universidad UTE

Pavo, cerdo, pollo e incluso pato son las estrellas de las tradicionales cenas navideñas que, por lo general, no se terminan la noche del 24 de diciembre y se presentan como opción de desayuno, almuerzo e incluso merienda para el siguiente día.

Para no consumir una receta similar de la cena de Nochebuena existen diferentes opciones, que transforman estas carnes -con sus distintos aderezos y guarniciones- en nuevas preparaciones, comenta el chef Francisco Ordóñez.

Al ser el pavo el producto tradicional de esta fecha, hay que darle un tratamiento especial y diferente para el recalentado, es decir, hay que desmenuzar, filetear o hacer cubos su carne para disminuir la dureza que gana con el paso del tiempo.

Cerdo. Esta carne es ideal para prepararla en un arroz relleno o en un sánduche de pernil, al que se le debe añadir tomate, lechuga, cebolla y la mayonesa de su predilección. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO

Pavo. Con el fin de no demorarse horas en la cocina, a la carne de pavo se le puede añadir únicamente una salsa casera y acompañarla con arroz, puré de papa o pasta. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO

A esta carne se sugiere calentarla al vapor, entre 15 y 20 minutos. Para no repetir ni desperdiciar las papas, por ejemplo, se puede realizar un puré o unas tortillas. Y para darle el toque fresco, saltear en aceite de oliva pimientos y zuquinis es la mejor opción.

La carne de cerdo, en cambio, por ser más versátil tiene más alternativas en el momento de reutilizarla. El chef dice que un sánduche de pernil es la mejor opción. A este se le debe añadir tomate, lechuga, cebolla y alguna mayonesa.

Pollo. Esta es la carne más versátil, es decir, se la puede consumir con todo. Lo recomendable es combinarla con vegetales salteados con aceite de oliva y mantequilla. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO

Postres.  Hay que tomar en cuenta que los algunos postres pueden ser consumidos dos o tres días después. Es importante retirar toda la crema chantilly de su cobertura. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO

Combinarla al estilo de un arroz relleno, añadiendo ajo picado para resaltar su sabores, resulta para quienes no desean pasar nuevamente horas en la cocina.

Lo que Ordóñez destaca en cualquier preparación es la introducción de alguna salsa fresca y rápida. Puede ser salsa blanca, pesto, reducciones de vino blanco o tinto y salsas de ajo. Sugiere que ninguna carne se guarde por más de tres días en el refrigerador, a menos que se las congele.

Para los postres, que suelen sobrar también, el jefe pastelero de Tanda, Marco Molina, dice que el manejo es diferente. Por ejemplo, un tronco navideño conservado en refrigeración puede durar de dos a tres días; pero si se habla de buñuelos o pristiños, su consumo debe ser inmediato.