Zum es la pieza escogida como el marco musical de una producción audiovisual que muestra cómo se siente, se baila y se vive el tango en el Ecuador y particularmente en Quito.
Julio Benítez, director del colectivo Quito en Tango, impulsa este proyecto junto con Jaime Granda, integrante de la orquesta La Bilardista y en el que también participan otros músicos, y bailarines profesionales y aficionados.
Benítez fue el primer profesor de tango argentino residente en el país avalado por la Embajada Argentina en Ecuador. Granda inició su camino profesional como bandoneonista en 2016.
Nacido a orillas del Río de La Plata como una expresión musical y mestiza, el tango se convirtió en un referente universal de la mano de legendarias figuras como Carlos Gardel o Astor Piazzolla. En el 2009 fue declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad y su influencia trascendió lo musical para ser parte del cine, en famosas películas como ‘El último tango en parís’, ‘Happy Together’, ‘La lista de Schindler’ o ‘Perfume de mujer’.
El tango, dice Benítez, tiene sus propios cultores en Ecuador con coleccionistas de música, cantantes e instrumentistas, y bailarines que demuestran su talento en centros culturales y bailes sociales.
Sin embargo, en el último año, las actividades presenciales de la comunidad tanguera de Quito han cesado debido a las restricciones por la pandemia. En ese contexto surge la idea de producir un videoclip, que sirva como registro de una expresión latente en su faceta musical, el baile social y la danza profesional.
En la primera etapa, Jaime Granda en el bandoneón, Juliana Pontón en el violín, Adrián Steinsleger en el guitarrón y Diego Carlisky en la guitarra, integrantes de La Bilardista, se dedicaron a trabajar en una versión propia del tema Zum de Astor Piazzolla.
Zum fue escogida por ser una pieza fundamental en la discografía de Piazzolla y que representa la transición entre el tango clásico y el de vanguardia, explica Benítez.
Por su parte, Benítez se encargó de reunir y preparar a un grupo de tangueros locales que pongan en escena la experiencia del baile social. Paralelamente hizo equipo con Wendy Urdaneta, una bailarina venezolana formada en ballet, para crear una coreografía que acompañe la canción.
El realizador Diego Vega, fue el encargado de integrar estos tres elementos en una producción audiovisual que se estrenó en el canal Quito en Tango en YouTube.
Además de difundir la tradición musical y dancística del tango, Benítez espera que este tipo de producciones empiecen a abrirle espacio a los músicos y bailarines ecuatorianos de tango en congresos y festivales internacionales.
En las últimas semanas, las clases en espacios de formación, como el que dirige Benítez en la Casa de la Cultura, y las milongas que se realizan en escenarios como el Nuevo Café o Mila Rooftop se han retomado de manera presencial con medidas de bioseguridad. Benítez ve con agrado que cada vez haya más jóvenes interesados en este arte.