El cráneo de Otavalo fue investigado

El paleontólogo José Luis Román es un estudioso de este fósil que permanece en la Escuela Politécnica Nacional. Foto: Andrea Rodríguez / EL COMERCIO

El paleontólogo José Luis Román es un estudioso de este fósil que permanece en la Escuela Politécnica Nacional. Foto: Andrea Rodríguez / EL COMERCIO

José Luis Román dice que corresponde a un hombre de edad madura. Foto: Andrea Rodríguez / EL COMERCIO

En el Museo de Historia Natural de la Escuela Politécnica Nacional se conserva, desde mediados de los años setenta, el cráneo de Otavalo, un vestigio arqueológico hallado en el cantón Otavalo, en la provincia de Imbabura.

Se trata de un fósil que ha sido estudiado por los especialistas y que ha generado mucho interés por las circunstancias en que fue hallado.

Según José Luis Román, paleontólogo de la Escuela Politécnica Nacional, constituye una de las piezas más importantes de este centro de investigación.

Este cráneo se encontró en una excavación en una obra dentro de la ciudad de Otavalo. Además, según los datos históricos, este provino del río Ambi que nace en Otavalo como el río Jatun Yacu y kilómetros más adelante adopta el nombre de río Blanco. Desde el momento en que lo empezaron a estudiar, se convirtió en un punto de referencia sobre las edades de los fósiles encontrados en este cantón.

El paleontólogo advierte, además, que este cráneo fue sometido a varios estudios donde se emplearon dataciones radioquímicas, las cuales arrojaron diferentes edades. Como dice Román, algunos investigadores consideran que tiene alrededor de 50 000 años; otros 30 000 algunos más, 4 o 5 000 años. Aunque no hay un acuerdo sobre su edad, se lo considera un fósil importante. De hecho, está protegido en una caja de vidrio para evitar que los visitantes lo toquen y, por ende, se desgaste.

Para Román la falta de certeza sobre su edad dice mucho sobre la contaminación del sedimento. Esto significa que es probable que se haya contaminado por algún químico que impide saber, con certeza, el año aproximado en que vivió.

Sin embargo, una investigación desarrollada, hace varios años, determinó, por ejemplo, que el esmalte dental reveló que tiene alrededor de 3 000 años y este dato quizá podría aproximarse a la edad exacta del cráneo.

El investigador manifiesta, además, que la fosilización del cráneo es buena, a pesar de que tiene miles de años.

Una de las razones es que su mineralización fue óptima. Además, se estima que estuvo en contacto con aguas minerales y termales que enriquecieron al hueso y lo conservaron de forma adecuada. Debido a sus características anatómicas se cree que fue empujado por mucho material de río.

Por los estudios, también se conoce que fue un humano de sexo masculino.

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