Los sismos han sacado a la luz sistemas constructivos alternativos que, sin ser estructuras de hormigón armado, resistieron muy bien la acción de los movimientos telúricos.
Uno de estos sistemas, llamado por sus pioneros como cubicular ha mostrado su eficacia por más de 30 años. El Arq. César Arroyo Morán y el Ing. Alberto Larrea Borja – en esa época profesores en la Universidad Central- lo implementaban en el país después de una serie de pruebas experimentales con prototipos y análisis fotoelásticos para estudiar distribuciones de esfuerzos.
“Hace 12 años, cuando construí el edificio Victoire de 12 pisos donde resido, implementé una variante de nuestro sistema. Las paredes y losas se forman con paneles de 10 cm de espesor con un esqueleto de estructura laminada tipo lego empalmada con suelda, en cuyo interior se dispone de una malla central con los refuerzos que se requiere para cada elemento”, explica Arroyo.
¿Cuáles son las ventajas del sistema cubicular?
Según Arroyo, el sistema cubicular puede absorber perfectamente el triple de los efectos sísmicos de las estructuras reticulares comunes, manteniendo su forma intacta ya que la energía se absorbe por elasticidad.
“Otra ventaja es que al ser un sistema integral de hormigón armado, todos sus elementos se mantienen unidos y se apoyan para resistir los sismos, al contrario de sistemas donde las paredes son mampuestos sin ninguna resistencia y que en los sismos se desprenden fácilmente causando pérdidas humanas y materiales irreparables”.
Otro punto a favor es el peso de la estructura. El sistema, formado por elementos delgados de hormigón, pesa menos de la mitad que otros sistemas tradicionales y atrae menor fuerza sísmica.
Para su buena aplicación, concluye Arroyo, el sistema debe manejarse con una gran visión espacial y un conocimiento profundo del comportamiento estructural y de mecánica de los materiales.