La estructura de la edificación es de madera reciclada. Los revestimientos, también. Foto: www.archdaily.com
La educación infantil es uno de los males -tal vez el mayor- de los países ‘emergentes’. Y todo lo que se haga en esas naciones en su beneficio y desarrollo huele a bendición.
Esa es la imagen que da este centro infantil, emplazado en el anodino poblado keniata de Nakuru, al que esta edificación de 396 m² le ha devuelto el color y las ganas de vivir.
Diseñado por Arkidstudio, esta edificación para los niños locales desfavorecidos y abandonados rompe con los esquemas del orfanato africano, donde los chicos duermen en masa en grandes canchones.
Este centro limita cada habitación para solo cuatro niños y se caracteriza por una serie de diferentes espacios sociales. Estos van desde zonas comunales abiertas a tranquilos recovecos que ofrecen espacio para estudiar, leer o, simplemente, relajarse, advierte una nota del portal Archdaily.
En un pueblo lleno de casas de piedra y hormigón, el nuevo Centro de San Jerónimo (así se llama), está hecho de ‘earthbags’ conformadas por grandes cantidades de tierra generadas a partir de los cimientos, el saneamiento y la excavación para el almacenamiento de agua de lluvia.
El centro también está revestido de madera reciclada obtenida del procesamiento de las planchas laminadas, de palets y desechos industriales.