La naturaleza rodea a las cuatro cabañas de Guacamayo Ecolodge, en la reserva ecológica Cuyabeno, provincia de Sucumbíos.
Para llegar hasta el lugar, los turistas deben entrar por el puente río Cuyabeno, en la vía Lago Agrio-Puerto El Carmen.
La primera impresión que se tiene cuando se llega son las frondosas plantas que adornan el lugar. Un gran camino de madera permite caminar a cualquier punto del sitio.
A pocos pasos de la entrada, se encuentra la primera cabaña. Allí se adecuó la cocina, el comedor y un pequeño sitio de descanso decorado con hamacas.
Las mesas y las sillas de madera tienen un estilo rústico: los asientos y los tableros de los muebles tienen forma de troncos.
Lo mismo sucede con las vigas y columnas que sostienen el techo. El acabado deja ver la naturalidad de los árboles que fueron usados para edificar la cabaña. La casa no tiene paredes: la rodean pasamanos para que el turista se apoye y mire la naturaleza.
Para personas que quieran sentirse más cómodas, las hamacas que cuelgan de las maderas son la elección. El turista puede informarse más sobre la zona con los libros que tiene una minibiblioteca también de madera.
El techo que cubre el comedor-cocina es de canambo, una planta endémica de la zona.
El estilo que predomina en esta cabaña y en otras dos es de la nacionalidad kichwa. Están sobre el piso, sostenidas con vigas pequeñas. Son formas rectangulares.
El toque de la madera y la guadúa se distingue en las paredes de las tres cabañas. Estas sirven para el alojamiento. Las paredes son de madera de chuncho. Además, tienen ventanas que evitan el ingreso de animales e insectos.
La cuarta cabaña, donde también se hospedan los turistas, tiene un toque colono por su forma redonda. El decorado en algunas columnas está conformado por pedazos de tronco de árboles. Además, las vigas tienen partes de caña guadúa para darle más rusticidad a la construcción.
En esta edificación de dos plantas predomina el entablado, tanto en las paredes como en el piso. El interior de las habitaciones cuenta con las camas tipo litera para el descanso del visitante. Cada una tiene un toldo que impide el paso de los mosquitos. Las comodidades de la ciudad se observan en los bien equipados baños que tienen ducha, modernos inodoros…
Los turistas no tendrán la necesidad de recurrir al aire acondicionado para refrescarse. La ventilación natural ingresa por el techo de paja. Allí también hay tres pequeños domos por donde entra la luz del sol e ilumina totalmente las habitaciones.
Para quienes desean tener una vista más amplia de la zona, Guacamayo Ecolodge tiene una torre de alrededor de 30 metros, desde donde el paisaje es imponente.