Una vez concedido el permiso de construcción por el Municipio, explica el Arq. Walter Carrera, empieza la construcción en sí. El proceso nace con el movimiento de tierras, dice Carrera.
Primero se realiza el acotamiento de la obra, comprobando in situ los datos de los planos. Luego se colocan las casetas precisas para el buen desarrollo de la obra: oficina, vestidores, bodega… Después viene el vallado perimetral del lote y el derrocamiento de construcciones viejas, si las hubiera.
El siguiente paso, continúa el Arq. Jorge Bailón, es el movimiento de tierras propiamente dicho, que consiste en realizar el desbroce y la explanación del terreno; es decir, quitar la capa vegetal y dejar limpio el lote para que se pueda replantear y marcar el perímetro de la casa.
En obras situadas en lotes entre edificaciones medianeras o cuya fachada coincida con la alineación de la acera, se hará un muro de contención (muro pantalla) para evitar daños en las casas colindantes, sigue Carrera.
El siguiente trabajo es levantar el esqueleto de la casa. El tipo de cimentación depende de la dureza del suelo y el número de pisos que se vaya a levantar. En el caso de viviendas unifamiliares de tipo popular, se recurre mucho a la losa flotante de hormigón, ya que permite repartir las cargas de manera uniforme.
Luego de la cimentación, viene la estructura. Esta es la columna vertebral de la edificación, pues soporta todas las cargas, la obra muerta, el equipamiento… Arranca de los elementos verticales como los plintos o pilares y sube por medio de las columnas (pueden ser de hormigón, piedra, madera) que van amarrándose por medio de las vigas, viguetas y bovedillas.
Este sistema termina en la estructura de cubierta, que soportará la losa de hormigón o los diversos tipos de cubierta (de madera, teja, zinc…).
A continuación se levantan las paredes exteriores. A medida que se construye se van sumando los elementos adicionales como los tapamarcos de las ventanas, dejando previstos los agujeros para atornillar la futura carpintería por instalar.
Posteriormente se procede a levantar las distribuciones interiores. Luego de levantar tabiques y paredes interiores y antes de los revestimientos y enlucidos, ya deben estar colocadas las bajantes y todos los elementos de los sistemas eléctrico, agua potable, gas, calefacción, TV y teléfonos, Internet…
Deben colocarse antes del enlucido, dice Bailón, de lo contrario se puede fisurar el nuevo material, al tener una antigüedad diferente del aplicado en el resto del paramento.
La red horizontal de saneamiento (aguas pluviales y servidas) ya consta en los planos hidrosanitarios y se debe prever con anterioridad, para evitar romper muros y losas.