Antes de comprar un mueble, considere no solo que le guste, sino la calidad, los acabados y el precio. Fíjese en la extensión del lugar donde lo ubicará y sabrá si es necesario adquirir un modular para sitios pequeños; o un mueble grande, que le ofrezca mayores beneficios.
Además, decídase por un color que combine con el resto de muebles, paredes y cortinas de su casa: escoja los que sean fáciles de trasladar de un lugar a otro, para facilitar la limpieza y el mantenimiento.
Este consejo es útil en comedores y mesas de comedor centrales, que se ubican en las áreas sociales de las viviendas. Cuando ya esté en el almacén, pregunte de qué madera está hecho el mueble y si tiene tratamiento contra polillas.
En el caso del mobiliario para la sala, seleccione las unidades que tienen tapices oscuros, que no resalten las manchas y, además, que sean fáciles de limpiar. Este requisito se refuerza cuando hay en casa varios niños o usted tiene una apretada vida social.
Es mejor que tanto sillones como sillas se compren con cobertores a la medida, que pueden ser hechos de franela u otra tela barata.