El City Mall fue diseñado bajo un concepto absolutamente contemporáneo, donde la iluminación es el recurso más llamativo. Las lámparas colgantes dan un toque inusual al pasillo central del nuevo centro comercial, mientras que los juegos de LED multicolores engalanan las plazas extremas.
Aldo Volpe, a cargo de esta creación arquitectónica, destaca la riqueza, variedad y originalidad de diseño de los detalles de terminación, que le dan un toque mágico.
Entre los materiales utilizados están porcelanatos, revestimientos en aluminio, compuestos en acero inoxidable o madera. Juntos conviven de manera integrada, explica.
La edificación está conformada por tres niveles: subsuelo, nivel 1 y nivel 2. Allí se distribuyen 170 negocios, entre locales e islas comerciales. El subsuelo da cabida a 1 000 espacios de estacionamiento.
En medio del mall hay una elegante pileta en granitos blanco romano y San Gabriel.
El patio de comidas constituye uno de los elementos más atractivos. La claraboya oval central, con sus luces azules, brinda una recepción majestuosa a quienes por allí transitan. Un elaborado trabajo de gargantas de luz curvas en un degrade de colores, que se van abriendo en forma radial a esta claraboya, completan el conjunto visual.
El City Mall fue construido en un área de 77 000 m² y en una de las zonas de mayor proyección comercial de Guayaquil: La Alborada, etapa X. Abrió sus puertas al público el jueves pasado e, inmediatamente, tuvo un numeroso acceso de público.