Gerardo Shulman es un arquitecto argentino y uno de los encargados de la misión cooperativa de Arquitectos Sin Fronteras España (ASFE) en Burkina Faso, para construir aulas de alfabetización, pozos de agua, viviendas para maestros en Bobo-Dioulassio (segunda ciudad después de la capital, Quagadougou) y otras aldeas a 15 y 40 kilómetros.
“Lo hacemos con un sistema de autoconstrucción en cada poblado, donde algunos trabajadores son contratados y otros voluntarios. A todos les proveemos de herramientas y, si bien hay pequeños almacenes y ferreterías, tenemos que encontrar en la sabana a quienes puedan ofrecer materiales como arena, grava, piedra o troncos de eucaliptos, que sirven de puntales”, explica Shulman.
El cemento lo compramos por toneladas, igual que el hierro, mientras que las escaleras o andamios se fabrican de modo muy artesanal, sin ningún tipo de seguridad. Y el barro del terrocemento sale de la tierra”.
La prioridad es brindar soluciones accesibles, efectivas y duraderas para las edificaciones.