Sin duda es uno de los productos más conocidos del mundo y, sin embargo, es uno de los más maltratados. Es más, se puede decir que es uno de los materiales más usados en el mundo actual. Se trata del cemento, cuyas variedades más comunes son el Portland y el puzolánico.
Pero, ¿qué es el cemento? Según el Manual de Capacitación de Lafarge: es un producto sintético, compuesto por minerales artificiales entre los que predominan los silicatos, carbonatos y aluminatos de calcio.
Las rocas que contienen esos minerales se muelen y siguen un largo y meticuloso proceso químico hasta convertirse en ese polvo que todos conocen.
El cemento, explica el Ing. David Espinosa, sirve como ligante o aglomerante (sirve para unir) en la fabricación de morteros y hormigones. Para eso se fusiona con los áridos (arena, polvo de piedra, ripio…) y el agua.
Mientras esté aislado de la humedad mantendrá todas sus características en óptimas condiciones. Por eso es necesario protegerlo de esa posibilidad.
Pero hay otras cosas que las personas ignoran y que deben saber para manejar bien este material.
Cuando está en contacto con el agua, explica el manual de Lafarge, el cemento produce una reacción química exotérmica; es decir, libera calor. Eso significa que puede quemar la piel; por lo tanto, se debe evitar la exposición directa y prolongada de la piel con el cemento. Y si se lo hace, se debe utilizar equipo de protección personal (EPP) como guantes, overoles, botas de caucho…
Como es un polvo extremadamente fino, también es recomendable usar mascarilla para que su manipulación no afecte órganos internos, como la garganta o los pulmones. Asimismo, el contacto con los ojos puede producir laceraciones y quemaduras, por lo que se hace obligatorio el uso de gafas protectoras.
Otras fallas importantes con el uso del cemento, explica el Arq. Renato Arcos, tienen que ver con su manipulación.
Una de ellas, por ejemplo, se da en el apilamiento, cuando se necesita guardar el material.
Es conveniente realizarlo en rumas de 10 y máximo de hasta 12 unidades. Nunca debe estar en contacto con la humedad, peor con el agua. ¿Por qué? Porque el agua desata una reacción química irreversible y el cemento entra en proceso de fraguado y se daña. Por eso, cuando está almacenado hay que proveer al lugar de una buena ventilación; esto evita la condensación de la humedad en el ambiente.
Los morteros (cemento, árido fino y agua) y hormigones, compuestos de cemento, árido grueso (ripio), árido fino (arena) y agua, deben ser bien elaborados.
Para eso, los áridos deben ser de óptima calidad. Son preferibles las rocas trituradas de formas prismáticas libres de adherencias (tierra, lodo, limo, materia orgánica).
El agua es esencial en un buen concreto o mortero, De preferencia debe ser potable y sin contaminantes. Y debe ser pesada.