Sandra Bullock y Channing Tatum no ganarán un Oscar como protagonistas de ‘La ciudad perdida’, pero sin duda podrán capitalizar las carcajadas de un público que busca un par de horas de diversión evasiva.
La cinta se estrena este fin de semana en salas de cine como una película de acción, aventura y comedia dirigida por los hermanos Aaron y Adam Nee, los mismos de ‘Band of Robbers’.
El filme apunta a la parodia
Héroe y damisela en apuros acorralados por el villano y enfrentados a una situación de vida o muerte, cuando están a punto de llegar al codiciado tesoro, con un exótico escenario de fondo.
La escena fácilmente evoca producciones como ‘Indiana Jones’, ‘La momia’, ‘Jungle Cruise’, entre otros. Pero el nivel de artificio la convierte en todo un cliché del cine de aventura, sobredimensionado por la forzada carcajada del villano, los diálogos de telenovela que repiten los protagonistas que, pese a las circunstancias, no pierden la compostura ni el peinado y una serie de inexactitudes históricas y científicas.
Por suerte, las imágenes solo son producto de la imaginación de Loretta Sage, interpretada por Bullock como una afamada escritora de novelas histórico-románticas que intenta escribir su siguiente ‘best-seller’.
La novelista advierte el absurdo y borra la escena de un plumazo. A partir de entonces, la cinta hará de las referencias, los lugares comunes y la autoconciencia las bases de una aventura que se encamina a la parodia.
También se da cuenta que ha perdido las ganas de escribir tras la repentina muerte de su esposo, un respetado arqueólogo que inspiraba sus novelas.
En esas circunstancias, piensa seriamente en matar a Dash, el aventurero, fornido y apuesto galán que protagoniza sus historias y retirarse.
Sin embargo, su representante, interpretada por Da’Vine Joy Randolph, le arrastra hacia una última gira de promoción junto con Alan, el atractivo modelo que representa a Dash en las portadas de los libros.
Tatum encarna a Alan como hombre sexualizado por la ficción, muy popular entre las mujeres lectoras, pero con ganas de demostrar su verdadera personalidad.
La ficción se vuelve una ficción más real
Las aventuras de Dash en busca de la Ciudad Perdida se vuelven realidad, cuando la escritora es secuestrada por Abigail Fairfax.
El excéntrico millonario interpretado por Daniel Radcliffe cree que las románticas novelas de Loretta esconden la clave para llegar al tesoro que busca en una remota isla del Atlántico.
Por su parte, Alan quiere dejar de ser subestimado y decide asumir el rol del heroico personaje de las novelas.
Aunque no es muy brillante, decide reclutar a Jack Trainer, encarnado por Brad Pitt, con quien se lanza en busca de Loretta, en una misión que no estará exenta de tropiezos.
Cuando Alan y Loretta finalmente se encuentran y tienen la oportunidad de escapar a salvo, el filme vuelve a dar un giro. Ambos deciden quedarse y completar el acertijo que los llevará a la ciudad perdida en una travesía en la que habrá que ver quién salva a quién realmente.
Un elenco que predispuesto a la comedia
Con toda su experiencia en el cine de acción, Pitt se deja llevar por la situación y fanfarronea un poco con su impostada apariencia, mientras se luce en las escenas de combate. Pero también se divierte jugando con los estereotipos de su personaje.
En un cambio de registro, Radcliffe hace lo mismo como villano y sin dejar su posición intimidante, también se presta al juego de la parodia cuando las circunstancias lo permiten.
Pero entre Bullock y Tatum hay una química que se traduce en un juego de comedia hilarante, por los que incluso vale la pena dejar pasar ciertos puntos flojos de la narrativa.
Tatum le saca provecho a los estereotipos de ‘sex symbol’ y figura de acción que arrastra de películas como ‘Magic Mike’ o ‘G.I. Joe’. Sin prejuicios se arriesga con la comedia física, convencional pero efectiva.
Como el mejor clown, Bullock puede hacer de algo tan simple como subirse a una silla de bar un complejo desafío que desata carcajadas.
Corriendo en tacos con un ceñido traje brillante por la selva, Bullock lleva cada escena de acción o peligro al terreno de una comedia física que ha venido refinando desde ‘Miss Simpatía’ y ‘La propuesta’.
‘La ciudad perdida’ se desarrolla alrededor de una fórmula simple y conocida, pero que se refresca con una comedia inspirada y un elenco predispuesto al humor. Su mayor acierto es que se toma el humor muy en serio y la acción y la aventura con gracia.