La molécula lunar de H2O ofrece la posibilidad de disponer de combustible para las naves espaciales e hidratación para viajes
Tras la confirmación de que hay agua en la Luna, muchas son las esperanzas que los cientÃficos depositan en este hallazgo, sobre todo con miras a futuros viajes espaciales.
Este recurso permitirá garantizar las próximas misiones tripuladas, principalmente si los seres humanos buscan llegar a otros planetas, como Marte. Asà lo sostiene Leonardo Basile, jefe del Departamento de FÃsica de la Escuela Politécnica Nacional.
El agua es abundante en los cuerpos celestes, pero no es fácil encontrarla porque se encuentra en zonas oscuras y frÃas. Además, casi siempre es más común hallar hidroxilos allÃ. Estos suelen despertar falsas esperanzas y confundir la búsqueda de agua.
Los hidroxilos tienen una sola molécula de hidrógeno y una de oxÃgeno. Forman una sustancia acuosa más cercana a los alcoholes y a los ácidos que al agua. Por eso es un gran logro haber confirmado que, en efecto, se encontró lÃquido vital en nuestro satélite.
El agua llegó a la Luna procedente del espacio exterior; es hielo que proviene de meteoritos. Estos chocan todo el tiempo con ella. La fuerza del impacto hace que el elemento congelado quede atrapado bajo la superficie lunar, formando pequeños cristales.
Si no quedara aprisionado, el hielo rebotarÃa y volverÃa al espacio. Esto, porque la gravedad en la Luna es mÃnima y no existe atmósfera para retenerlo.
La preservación del agua solo es posible en el lado oscuro; mientras más lejos esté de la radiación solar, mejor. Por eso se buscó el agua en la sombra: en los polos y en las paredes internas de los cráteres lunares.
Basile dice que extraer el agua encontrada en la Luna será un proceso laborioso, tanto como sacar oro en la Tierra. El fÃsico calcula que los pequeños cristales de hielo descubiertos pueden contener medio litro de agua por cada metro cúbico de arena. Esto es similar a una taza del lÃquido vital por cada volqueta de material pétreo.
Para el fÃsico, las siguientes misiones a la Luna serán para poner una base, no con el fin de ir a Marte aún sino para sacar el agua encontrada. Además, esta tendrá que ser depurada de minerales como silicio y aluminio. Solo entonces se podrá contar con ella, algo sin duda muy valioso.
Tener una provisión segura de agua en la Luna hará que no haya que llevarla de la Tierra. Esto evitará que las naves tengan que vencer la atmósfera y la gravedad de nuestro planeta. Los expertos dicen que la extracción del agua podrÃa sentar la base para una futura economÃa lunar. Es asà que serÃa mucho más barato producir combustible para cohetes en una base en la Luna que enviarlo desde la Tierra.
Por otra parte, el ingeniero quÃmico Pablo Araujo sostiene que, además, el agua extraÃda podrÃa proporcionar una provisión extra de combustible. Es fácil descomponerla en las moléculas de hidrógeno y oxÃgeno. Se puede lograr con electrólisis, un proceso tecnológico sencillo, en el que se hace pasar el agua entre dos Âelectrodos, uno positivo y uno negativo; asà se consigue seÂparar las dos moléculas. Es una práctica muy común, incluso se hace en los laboratorios de quÃmica de los colegios.
El hidrógeno es un combustible potente. El oxÃgeno es comburente, es decir, una sustancia que favorece la combustión. Solo harÃa falta un iniÂciador, una chispa.
Pero si bien el hidrógeno es un buen combustible tiene un problema: es difÃcil almacenarlo. El elemento es sumamente corrosivo, de hecho, se lo suele producir y consumir de inmediato.
Por eso, entre otras tantas razones, no han proliferado los vehÃculos que funcionan con hidrógeno. Es una tecnologÃa en desarrollo. Está por verse la conveniencia de obtener energÃa del hidrógeno proveniente del agua lunar, frente a la abundancia de la energÃa solar. De hecho, la Estación Espacial Internacional (ISS) y los satélites artificiales funcionan gracias
a paneles solares.
El oxÃgeno obtenido del agua, por su lado, será útil para respirar o crear una atmósfera artificial en espacios cerrados.
En cambio, sembrar vegetales o microorganismos en la Luna, o en otro ambiente fuera de la Tierra -como Marte-, no será fácil. El ciclo de la vida requiere de otros elementos, sobre todo carbono, nitrógeno y fósforo, que significarÃan cargas extras para las misiones fuera de nuestro planeta.