Para la anunciada consulta popular, el gobierno sugiere que añadirá preguntas que no requerirían pasar por la fina hilandería constitucional, de qué es enmienda y qué reforma. Sugiero una:
¨¿Está Ud. de acuerdo con el incremento gradual del precio de los combustibles, si la mitad de lo recaudado se destina exclusivamente a la compra de medicamentos para los usuarios de las instituciones públicas de salud y de los institutos de seguridad social?¨
Subir el precio de los combustibles es impopular ya que atenta contra nuestras finanzas y el dinero se lo traga una insaciable burocracia, como acaba de pasar con el reciente aumento de impuestos. Pero la fórmula aquí propuesta ofrece un mecanismo transparente, un beneficio tangible atendiendo un clamor popular. La población apreciaría enormemente poder recibir sus medicinas sin costo. Poder ir al centro de salud y recibir su receta electrónica para retirar la medicina en una botica. Algo que este gobierno ha implementado, pero los fondos que se tienen para ello son limitados, porque los ingresos petroleros se van en subsidiar los combustibles.
Decimos la mitad y no la totalidad porque si suben los combustibles habrá que compensar bajando el ICE a vehículos, importar gasolina y diésel de alto octanaje y bajo azufre, cerrando las refinerías actuales hasta que esté lista una nueva unidad de alta conversión en la de Esmeraldas, la misma cuya contratación lleva dos años en espera. Y también para que el Estado recupere algo de recursos para atender otras necesidades entre ellas desnutrición infantil.
Por supuesto, el gobierno tendría que auscultar la viabilidad política, sondear la opinión pública. Solo deben añadirse preguntas con altísima probabilidad de ser aprobadas, para lograr un sí en plancha. Pero de ganar esta pregunta, se atendería una gran necesidad social, se atenuaría un grave problema fiscal, y se echaría abajo el posicionamiento de Leonidas Iza de ser el portavoz delsentimiento popular. Tres en una.