El Ecuador cuenta ya con un nuevo Consejo Electoral que empieza sin pausa su tarea. Su principal objetivo será conducir el comicio 2019.
Pero no es la única misión, podría sobrevenir la convocatoria a una Consulta Popular, tal como recomendó Julio César Trujillo, presidente del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social transitorio. Si eso ocurre habrá de verse la fecha de su potencial celebración. No se sabe.
Lo que queda claro es que el Consejo Nacional Electoral transitorio cumplió su tarea de re encauzar las cosas en cuanto a varios temas que le apremiaban.
De allí que la solicitud de fiscalizar ese cortó período no se termina de comprender – y claro está que ese derecho le asiste al nuevo vocal Luis Verdesoto – aunque es lógico suponer que su idea será profundizar de modo especial en los períodos en que estaban en funciones los anteriores vocales en tiempos ‘verdes’. Por lo demás, dos de los vocales nuevos vienen de cumplir funciones en el organismo transitorio.
El episodio del cambio de mando tuvo sus turbulencias – las propias de la vivencia democrática-, como explicó Verdesoto, acostumbrados como estábamos a la falta de discrepancias que una construcción de un poder vertical impuso durante una década en el país, en todo y en todas partes.
Por eso es que es una muy buena noticia que hoy este nuevo Consejo, con discrepancias por la conformación y todo, esté integrado por una estructura diversa. Dos mujeres, dos representantes de la pluriculturalidad indígena, un representante de la sociedad civil y dos vocales que vienen nominados por los partidos.
La Presidenta Diana Atamaint, ex legisladora tiene un curriculum interesante y una hoja de vida política limpia. Enrique Pita ha sido representante gremial de la Construcción y además fue Presidente del Tribunal Provincial Electoral del Guayas y antiguo militantes de Izquierda Democrática. Amplia experiencia. Y de la capacidad académica de Luis Verdesoto y su agudeza en el análisis político nadie puede dudar.
A cualquier ecuatoriano que haya observado de cerca lo sucedido en los últimos años con un Consejo Electoral obediente y no independiente esta nueva conformación le llamará la atención de modo positivo. Quisieron acabar con la representación de los partidos cuando esos partidos tienen una razón de ser en la vida democrática de un país. Hoy hay varios de sus representantes, diversos, con diferencias, claro, sin una vocación por obedecer el modelo de un poder concentrado; y habrá discrepancias que, apelamos, se salven civilizadamente y hagamos cultura de vivir en democracia, eso será un aprendizaje importante.
Los nuevos consejeros no deben perder de vista un segundo lo clave que es tener un sistema informático transparente, libre de manipulación, pirateo y con procesos científicos que terminen garantizando la pureza del sufragio y conteos que respeten la voluntad popular y otorguen a los ciudadanos electos legitimidad plena.