Los partidarios de Hugo Chávez reaccionaron con emoción ante el retorno del coronel a territorio venezolano, tras la operación a la que fue sometido en Cuba. Las interrogantes sobre su verdadero estado de salud y el futuro político del país son múltiples.
Una foto junto a sus hijas con el Granma en sus manos (el órgano oficial del Partido Comunista de Cuba) fue divulgada con profusión por el Gobierno de Venezuela, empleando varias cadenas de televisión.
Se trataba de despejar incógnitas frente a los intensos rumores sobre su estado de salud y el secretismo con que se manejó la situación durante más de dos meses.
Una verdadera sorpresa causó el silencioso y nocturno retorno desde La Habana directamente al Hospital Militar en Caracas.
La enfermedad anunciada el 30 de junio del 2011 siempre se manejó con extrema reserva. Se sabe que hay un cáncer en la zona pélvica y aun en los momentos más difíciles el Gobierno fue hermético. Ni se dijo el tipo de cáncer ni se habló de un pronóstico. El 10 de enero el Presidente reelecto no pudo tomar posesión y se generó una suerte de vacío de poder. Chávez no ha juramentado, y desde entonces ejerce una especie de interinazgo Nicolás Maduro.
El Tribunal Supremo puede tomar juramento. La oposición opina que Maduro debe asumir de nuevo el encargo y convocar a las urnas. El retorno de Chávez despejó unas interrogantes pero abre otras dudas difíciles de aclarar.