Pasaportes y polémica

El éxodo de venezolanos trae nuevos retos. El Ecuador decidió pedir pasaporte. Se trata de regularizar el flujo migratorio creciente, que en su pico de la semana pasada llegó a 5 000 ingresos diarios.

La impotencia del régimen de Nicolás Maduro para paliar las necesidades básicas de sus ciudadanos, así como la continua represión, han aumentado la ola migratoria más importante de la historia del continente.

Ecuador impone el pasaporte, pero varias organizaciones humanitarias impugnan la medida, y la Defensoría del Pueblo pide medidas cautelares para dejar sin efecto la decisión. Perú exigirá el mismo requisito en una semana.

Es un dilema. La Constitución habla de la ciudadanía universal, que fue limitada cuando la llegada de cubanos desbordó lo imaginable. La ley migratoria habla de libre circulación en la región pero al mismo tiempo exige un documento de viaje o de identificación válido y vigente. La cédula venezolana no es confiable, señala la Cancillería.

Según el académico Fernando Carrión, entre 1998 y 2009, tras la llegada de Hugo Chávez al poder, 1 000 000 de personas salió. Entre 2009 y 2014, cuando se agudizó la crisis, 800 000. Desde entonces hasta hoy, 1 200 000 más. En total, casi el 10% de la población.

Ecuador, para los venezolanos, es sitio de paso o de unificación familiar. Muchos ven en la exigencia un atentado humanitario. En Venezuela demoran meses en dar pasaportes, y buscarán pasos clandestinos. El drama crece.