Una vez más la producción bananera se ve afectada. Una sobreoferta en el mercado internacional sume en una crisis temporal a los productores nacionales.
El precio de la caja de banano sufre cada año problemas estacionales. En esta ocasión se supone que el problema durará hasta las próximas cinco semanas. Se trata de un producto emblemático de nuestro país que por mucho tiempo ha sido el principal exportador mundial. Hoy enfrenta fuerte competencia de productores como Guatemala, Honduras, Costa Rica y Colombia.
Para la economía nacional el banano ocupó un papel preponderante. Tras los auges del cacao y el café y antes de la extracción a gran escala del petróleo, el banano fue un símbolo nacional.
Es inaudito que conociendo la historia nacional y mundial y ante la recurrente baja del precio internacional, las autoridades hayan tardado tanto en dar una solución temporal. El Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (Magap) destinó USD 15 millones de un fondo conformado con un porcentaje de las exportaciones, pero no se sabe si será suficiente. Es importante que se haya contemplado este fondo, pese a que en el pasado el propio Presidente denostó la existencia de otros para situaciones de emergencia.
Los pequeños productores temen que el dinero no alcance y los grandes e influyentes productores sean los primeros beneficiados hasta que los fondos se agoten. El banano tiene su impacto social en miles de trabajadores y jornaleros temporales.
Hay que lograr una apertura sostenida de nuevos mercados e incrementar los existentes con una política sistemática de acuerdos comerciales. La negociación con la Unión Europea es clave. Otros países que están en la carrera competitiva lo tienen claro y no pierden ni el tiempo ni la oportunidad.