Violencia criminal cerca a la justicia: San Lorenzo

Distintas mafias operan en San Lorenzo, provincia de Esmeraldas, más allá de las consideraciones de la Gobernación que no asocia los hechos de sangre recientes ni con crimen organizado ni disidencia de Colombia.

Un indicio cierto y una precaución ejemplar: un magistrado tuvo que trasladarse con todos sus expedientes a otra provincia, despacha virtualmente y tiene custodia policial.

La más reciente alerta se prendió cuando un grupo de antisociales entabló una balacera con policías. Aunque se comenta que es algo inusual, cuatro días antes un juez fue sujeto de un atentado a bala a su vehículo.

Las autoridades sostienen que es la primera vez que se detecta que los criminales usen un auto blindado. Ya hay dos sospechosos detenidos.

La justicia debe tener toda la protección estatal. Los hechos marcan un camino violento que nos hace pensar en conexiones peligrosas.

En julio asesinaron a un comisario municipal. En mayo murió un funcionario judicial. En agosto secuestraron a una mujer, hermana de un famoso futbolista, que fue liberada por la acción policial. Luego llegaron los dos atentados mencionados.

La idea de proteger a los funcionarios, dotarles de vigilancia policial y todos los cuidados es la única vía para que puedan actuar sin presión. Hace unos años, luego del trágico desenlace del grupo de colaboradores de este Diario secuestrados en Mataje y asesinados en Colombia, se protegió a los jueces y fiscales.

Algunos operadores judiciales entonces recibieron amenazas por parte de grupos irregulares. Es una zona caliente, buena parte de operaciones ilegales de narcotráfico, armas y contrabando pasan por esa zona selvática.

Las pandillas criminales y grupos disidentes de las FARC que, como se vio en otros casos, transitan con cierta libertad, más allá de los esfuerzos por redoblar patrullajes, merecen atención y reacción oficial. Los pobladores y operadores de justicia no pueden ser librados a su suerte, máxime si los carteles han intensificado operaciones para ‘recuperar’ el dinero perdido por la pandemia.