El 9 de enero de 2000 es una fecha histórica para la historia del Ecuador. Ese día, el entonces presidente Jamil Mahuad anunció que se dejaba atrás el sucre y se adoptaba el dólar estadounidense como la nueva moneda de circulación nacional. La medida se tomaba en medio de una grave crisis económica que afectaba al país. Meses antes se había declarado un feriado bancario y se dispuso el congelamiento de los depósitos de los clientes en el sistema financiero nacional.
Las consecuencias inmediatas para la mayoría de los ecuatorianos fueron devastadoras. El gran descontento llevó a un levantamiento indígena y la fuerte presión social condujo finalmente a la destitución de Mahuad, el 22 de enero de 2000.
Transcurridos 22 años, la salud de la dolarización ha sido una preocupación recurrente desde que el país adoptó este sistema monetario, que ha permitido controlar la inflación, planificar a mediano plazo y mantener el poder adquisitivo de los salarios.
A lo largo de estas dos décadas, se ha insistido en que se requieren acciones constantes para su fortalecimiento. Entre ellas, mantener unas finanzas públicas ordenadas, mejorar la competitividad y productividad empresarial, buscar nuevos mercados para impulsar las exportaciones, atraer inversión extranjera que genere desarrollo, impulsar la transferencia de tecnología, etc.
Uno de los objetivos del Gobierno actual apunta a ser más competitivos. Entre las primeras acciones adoptadas por el Ejecutivo estuvo declarar como política pública prioritaria ‘la facilitación del comercio y de la producción, la simplificación de trámites y la agenda de competitividad’. El objetivo es la simplificación de procedimientos repetitivos o trámites engorrosos que complican las inversiones.
Además, se busca garantizar la transparencia y reducir trabas y costos de producción, para emprendedores y empresas que busquen ingresar o desarrollarse en el mercado.
En la agenda del Gobierno para este año consta el envío de dos iniciativas legales para apuntalar las inversiones y mejorar el entorno laboral. Con ello se espera dar más salud a la economía y mantener vigente a la dolarización a lo largo del tiempo.