En la clase de macroeconomía que impartió este martes en la Espol, el presidente Correa dijo que “el efecto expansivo del gasto público domina al efecto recesivo del impuesto. Esto lo hemos hecho [demostrado] matemáticamente con un simple modelo”. ¿Qué prueba matemática presentó?
Por un lado dedujo la fórmula del Multiplicador del Gasto (MG): 1/(1-c); y, por otro, la fórmula del Multiplicador del Impuesto (MI): -c/(1-c). La variable “c” es la propensión a consumir de una economía, explicó Correa.
Los impuestos tienen un efecto contractivo y el gasto un efecto expansivo, dijo el Presidente. Para determinar el resultado neto que podría tener un impuesto cuyo rendimiento vaya a ser enteramente devuelto a la economía a través del gasto público hay que comparar ambos multiplicadores, agregó. Así que puso frente a frente las fórmulas del MG y del MI –este último sin el signo negativo– y luego de simplificar en ambos lados el denominador (1-c) obtuvo este resultado: 1>c.
Para el Presidente, aquella desigualdad (1>c) es prueba irrefutable de que el efecto expansivo del gasto siempre será mayor al efecto contractivo del impuesto. Pero lo único que dice aquella desigualdad es que “c” –la propensión a consumir– es menor a 1. Lo único que hizo el economista Correa fue despejar la variable “c”.
Que “c” sea siempre menor a 1 no permite inferir el efecto neto que tendría un gasto financiado con impuestos.
Para calcular el efecto neto de un impuesto que vaya a ser totalmente gastado en la economía se debe restar MG-MI. Esa operación da como resultado 1 y significa tres cosas: (i) que el producto sólo crecerá en el mismo valor en el que suba el gasto, siempre que todo el impuesto se convierta en gasto; (ii) que si hubiera sido financiado con bonos en vez de con impuestos, ese gasto hubiese tenido un mayor efecto multiplicador; y (iii) que si una parte de ese dinero recaudado no fuera gastada en la economía local, el efecto contractivo del impuesto será aún mayor.
El propio Presidente ha dicho que el componente importado de la reconstrucción de Manabí y Esmeraldas es alto. Además, la deuda externa ejerce presión para que parte de los impuestos recaudados salgan del país a pagar acreencias.
Según el Presidente, las ecuaciones que presentó son suficientes para zanjar “de forma inambigua (sic) un debate infructuoso que hubo” en torno al último paquete impositivo. No obstante, la forma matemática correcta de plantear este problema –que ha sido expuesta aquí– muestra que el efecto contractivo de los impuestos puede ser alto.
El video de la clase está colgado en el canal de YouTube de la Espol y la parte a la que me refiero está poco después de finalizada la primera hora del video, en 1:08:06 concretamente.
El video en este link.