Invierto la frase conocida, “una de cal y otra de arena”, que representa la argamasa social: la cal que puede ser peligrosa para el ser humano y la arena que le da sustancia a la argamasa. Lo negativo y lo positivo.
Inicio con lo positivo entre el 23 y el 25 de noviembre del 2013. El presidente Correa -junto con su familia- en la condición de padre de la deportista Sofía Correa Malherbe, viajó a la ciudad de Trujillo en el Perú a compartir con la delegación ecuatoriana en los XVII Juegos Bolivarianos que allí se están realizando. Su hija Sofía obtuvo para el Ecuador medalla de bronce y medalla de oro, en el deporte de escalada. Felicitaciones.
Hay más, hay que reconocer el apoyo al deporte en el Ecuador. Hemos tenido excelentes deportistas, el más destacado Jefferson Pérez con medalla de oro olímpica, y otros/otras de actuación individual que podrían generar una extensa lista; y, en fútbol vamos por tercera vez al Mundial. Pero, en los deportes de juego colectivo, se ha venido sintiendo un bajón de calidad en comparación con lo que significaba su práctica décadas atrás, con sensible afectación en cuanto a la adhesión de la afición.
En estos XVII Juegos Bolivarianos nos ha ido bien en todos los deportes, individuales y colectivos. A tres días del cierre estamos terceros en el medallero general, en el de oro y en el de plata, compitiendo 11 países. En lo personal, con el recuerdo de las selecciones femeninas de básquet de los años setenta, en que mi compañera Mechita Icaza Olvera de Roldós, fallecida el año 2005, fue capitana y máxima encestadora, me alegra inmensamente que la selección que concurrió a Trujillo haya obtenido la medalla de oro en básquet femenino.
En lo negativo, señalo la frase del vicepresidente Glas, en la sabatina del 23 de noviembre del 2013, refiriéndose a la presidenta de la UNE, Mariana Pallascos, al expresar que para que ella tenga derecho de réplica a lo por él expresado allí “debe ganar las elecciones con respaldo del pueblo ecuatoriano”. Sé quien es la señora Pallascos, nunca la he visto de cuerpo presente, pero a ningún ciudadano virtuoso o delincuente se le puede condenar a callar porque no gana elecciones .
A Glas lo conozco desde su tiempo de estudiante politécnico, época en que yo era profesor de posgrado en la Escuela Politécnica del Litoral. Él fue un hombre que se abrió paso superando sus diferencias con su padre, luego éste procesado por un delito contra una menor. Cuando su tesis para el título profesional, compartida con el Ing. Luis Calle Gómez, fue cuestionada por reproducciones de textos sin indicar las fuentes, señalé que era un problema de muchas tesis, lo que acaban de afirmar las actuales autoridades del sistema universitario del Ecuador. Por eso, le pido tener tolerancia con los derechos ciudadanos de los demás.