La Asociación para el Bienestar Animal Mercedario realiza campañas de educación y sensibilización a los moradores. Foto: Pavel Calahorrano/ NARICES FRÍAS.
En la parroquia La Merced hay muchos perros callejeros. Aunque la mayoría han sido abandonados por sus dueños, hay alguien que se preocupa por ellos. La Asociación para el Bienestar Animal Mercedario (ABAM) es una iniciativa de la localidad para cuidar y proteger a sus animales.
No se trata de una fundación ni un refugio. Han sido los mismos vecinos de La Merced quienes han creado una institución parroquial que se dedica específicamente a velar por la tenencia responsable, la eliminación del maltrato y el control de sobrepoblación. En ABAM participan 43 voluntarios entre estudiantes, adultos y personas de la tercera edad.
David Vera Alarcón, presidente de la asociación, cuenta que su meta más importante es crear un hospital o clínica veterinaria pública que funcione en la parroquia y que ayude a los animales de la calle. Para esto están en comunicación constante con organismos nacionales e internacionales quienes les asesoran para llevar a cabo este objetivo.
La coordinadora General, Silvana Lema, cuenta que aproximadamente el 85% de animales de la parroquia viven en estado de abandono, aunque tienen dueño. Es decir, los perros pasan en las calles todo el día y sus familias no se preocupan de su alimentación ni cuidados médicos.
43 voluntarios de todas las edades participan activamente en la organización. Foto: Pavel Calahorrano/ NARICES FRÍAS.
Frente a esta situación se han emprendido acciones para educar a los moradores sobre la responsabilidad de tener un animal. “Hemos realizado campañas de vacunación, desparasitación, antipulgas, socialización y esterilización”, comenta.
Para esto han creado alianzas y han conseguido el apoyo de instituciones públicas y privadas. Urbanimal ha colaborado en campañas de esterilización. Protección Animal Ecuador ha ayudado en el tratamiento de algunos animales enfermos.
Sin embargo, a pesar de funcionar como una organización de bienestar animal, dejan claro que no buscan crear un refugio. “Sería como quitarle la responsabilidad a los dueños de las mascotas”, asegura Lema.
Fernando Sandoval, voluntario de ABAM, cuenta que ha visto una mejora en cuanto a la responsabilidad de la ciudadanía con sus animales. “Antes la gente era muy insensible y consideraba a los animales como objetos. Los botaba a la calle sin importarles nada”, recuerda. Pero gracias al trabajo de los voluntarios, los vecinos de La Merced han dado pasos importantes. “Aunque no todos cumplen con lo que les pedimos, nos apoyan y se interesan por saber qué pueden hacer”, concluye.