Cuando está en la cancha de su complejo en Pifo, Antonio Valencia luce como uno más de quienes defienden la camiseta del AV25 en el rectángulo de juego. Con un buzo rojo y pantalones cortos ceñidos, el ‘Expreso Amazónico’ observa de pie y al costado las prácticas de sus dirigidos.
Hace cuatro años colgó los botines en el Queretaro de México y, un año después, inició con su nuevo proyecto, aquel que había soñado con el difunto Christian Bénitez. AV25 empezó como un ideal en las concentraciones junto a su mejor amigo, en 2022 lo pudo hacer realidad y anunció la fundación del club.
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Junto a otros dos socios, el ‘Toño’ lanzó el equipo y en tuvo éxito desde su génesis. En el primer año, en la división amateur, el equipo consiguió el ascenso hacia la Segunda Categoría y, en la temporada sucesiva, logró el campeonato de Pichincha. En las dos gestas, Valencia estuvo como asistente técnico de su hermano Éder Valencia.
De cara a la tercera campaña, el ‘Expreso Amazónico’ decidió tomar las riendas del equipo, sin embargo, no modificó a su cuerpo técnico. Los años previos habían sido para tomar experiencia y sintió que esta era la oportunidad y el momento adecuado.
Como entrenador, la vida cambió aún más para Antonio Valencia, pero él estaba convencido de que necesitaba cerca del pasto. Sus aspiraciones desde un cuerpo técnico las combinó con la administración de su escuadra.
Los triunfos han ido de la mano con la gestión de la escuadra y aquellos dos aspectos son indisolubles. A medida que el club crezca en sus estructuras, también lo hará en cuanto a lo deportivo y los éxitos.
Con las expectativas en alto para AV25
Antonio Valencia tiene el objetivo de que su equipo coseche éxitos deportivos y, en un plazo de cinco años, superar todas las divisiones de ascenso del fútbol ecuatoriano. Para 2029, el tricolor espera que su equipo consiga hacer su debut en la Liga Pro, sin embargo, prefiere no adelantarse y concentrarse en el presente del equipo.
“Nosotros vamos paso a paso. Nosotros lo que queremos es que el equipo coja su propio nombre y vaya construyendo su historia. No queremos adelantarnos”, explicó el ‘Toño’ a Diario EL COMERCIO entre risas y con una mirada en el horizonte de su complejo.
Y es que el ‘Expreso Amazónico’ no solo ve por lo estrictamente futbolístico y por su carrera como DT, sino que tiene todo un plan para su institución. Este busca que el desarrollo sea integral y aquello arranca desde su centro de entrenamiento en Pifo y la organización que tiene con sus funcionarios.
Antonio Valencia va por su colegio, estadio y complejo polideportivo
Desde el arranque del proyecto de AV25 en 2022, este fijó las instalaciones en las cuales practica su equipo. La regla número 1 del ‘Toño’ es que nadie puede llegar tarde a los entrenamientos ni tener un vocabulario soez.
En el predio del valle capitalino, el histórico jugador posee dos canchas de once elementos, un gimnasio, una residencia y un espacio para las funciones administrativas. Sin embargo, aquello solo es el inicio de lo que tiene en mente.
A futuro, la escuadra se plantea tener un colegio para sus futbolistas, así como mayores instalaciones destinadas a las formativas. El sueño máximo es el establecer el estadio del club, el cual ya existe en planos. Para todo, los espacios dentro de los terrenos del AV25 ya están definidos.
Para el estadio, Valencia quiere algo familiar, acogedor. Que este sea como el del Wigan británico, club donde hizo su debut en el fútbol inglés y lo catapultó hacia el Manchester United. Un estadio con sus cuatro tribunas, cercano con las distancias entre la afición y la cancha y rectangular.
Un espacio de apoyo y desarrollo juvenil
Los resultados esperados por Antonio Valencia con el club, además de ser un motivación personal y contar con el anhelo de ganar y cumplir sus metas, también se erige como un espacio para la juventud y de oportunidades para esta.
Se juega como se vive. La formación en torno a valores y el aprendizaje que pueden adquirir los futbolistas -sobre todo los más benjamines- dentro de la cancha y con la convivencia es fundamental.
Con la escuadra y lo que puede ofrecer, el ‘Toño’ también busca que, por medio del fútbol, quienes acuden a su equipo puedan tener un rumbo y alejarse de espacios nocivos. Para ello, el club también está equipado con su residencia y busca establecer su propio colegio com o una opción más para los juveniles, pues no todos llegarán al máximo equipo o se consolidarán en el fútbol.
Dadas las condiciones actuales del elenco y el trabajo de scouting realizado, el club ha acogido en sus filas principales a jóvenes jugadores que, inclusive, aún no habían tenido oportunidades en divisiones formativas o su desempeño era en equipos barriales.
De primera mano, Valencia llegó a comprobar cómo su plantel era un recurso y beneficio más y quizá la única chance que tienen algunos de sus miembros para buscar su futuro.
“Hay una historia que me pone muy triste. Es sobre un chico que nosotros lo separamos del equipo porque no se comportó bien. Él regresó a los dos días y en sus palabras dice ‘Profe, yo me quiero quedar, porque si yo me regresó a mi pueblo, tengo que decir de qué banda soy’. Eso nos partió el alma con el cuerpo técnico. Estuvimos con él un año, hablándole, sacamos recursos, le pusimos un psicólogo y él, gracias a Dios, ahora está bien y lo vemos cada vez más feliz”, relató Valencia.
El apoyo familiar, vital en AV25
Para llevar a cabo su cruzada, Valencia puede que esté alejado de su familia de manera presencial, pero no espiritual. Aunque su esposa y su hija no se residen en el país, aquello no es impedimento para que se mantenga la unión.
No necesita más, con ellas lo tiene todo. Además, el sostén de sus padres nunca se ha desdibujado y siguen pendientes de él con AV25.
Ahora, como DT y dirigente deportivo, el ‘Amazónico’ contesta los mensajes de su madre Teresa Mosquera después del entrenamiento y se le cambia la voz. ‘Mami’, le dice, mientras luego le pregunta cómo se encuentra y le cuenta que irá a visitarla. Cuando se le pregunta por ella, el ‘Toño‘ dibuja una sonrisa y su mirada se pierde en recuerdos.
Si antes a Mosquera se le humedecían los ojos por ver a Antonio Valencia con la Selección de Ecuador, en Mundiales y en las más grandes gestas de clubes, ahora le sucede lo mismo cuando lo ve con el AV25. El ‘Toño’ relata la pone como la “hincha número 1 del club” y no desperdicia ni una sola oportunidad para alentarlo desde las gradas.
“No se pierde ni un partido, siempre está ahí apoyándome y ver a mi mamá contenta es algo que no tiene precio. Yo siempre la celebro y espero darle un triunfo“, relata con calidez y emoción.
El tiempo dirá en qué termina el AV25. Los factores y la gestión para el éxito están. En este 2024, el club disputa la Segunda Categoría de Pichincha y, de superar las dos fases provinciales, volverá a tener la chance de buscar el ascenso hacia la Serie B.