La avenida Mariscal Sucre figura como la segunda vía con más siniestros de tránsito en Quito, después de la Simón Bolívar. Según el portal Quito Data Vial, esta avenida registró 758 siniestros entre 2023 y abril de 2025. En lo que va de 2025, ya sumó 201 incidentes. También contabiliza 65 fallecidos en ese periodo.
La Simón Bolívar mantiene el primer lugar, con 86 muertes en ese mismo lapso. Ambas avenidas comparten características: tramos largos sin semáforos, zonas de alta velocidad, pendientes pronunciadas y una infraestructura desajustada al crecimiento urbano.
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Los siniestros más graves ocurren los sábados de madrugada en la Mariscal Sucre
Quito Data Vial identifica el horario más crítico entre las 02:00 y 06:00 de los sábados. Durante esa franja, la ciudad reporta hasta 93 siniestros por hora. La Mariscal Sucre repite ese patrón. El exceso de velocidad, el consumo de alcohol y la falta de control figuran como las causas principales.
El exceso de velocidad sigue como la infracción más común. En 2024, provocó 632 siniestros. En 2023, la cifra alcanzó 1 073. A esto se suma la escasa aplicación de sanciones por parte de las autoridades.
Motociclistas y peatones concentran las víctimas en esta vía
Entre 2023 y abril de 2025, en Quito murieron 598 personas por siniestros de tránsito, según el portal Quito Data Vial. La avenida Simón Bolívar concentró 86 de esas muertes, y la Mariscal Sucre aparece como la segunda vía con más fallecidos en ese mismo periodo. Solo entre enero y abril de 2025, nueve personas murieron en esta avenida.
En Quito, el 48% de fallecidos por siniestros eran motociclistas. Le siguen peatones (24%) y ocupantes de vehículos livianos (8%). Esta tendencia también se observa en la Mariscal Sucre. La mayoría de motociclistas muertos tenía entre 20 y 39 años, según datos de Bloomberg.
Sofía Gordon, vocera de la Coalición por la Movilidad Segura, alertó sobre la falta de regulación para motocicletas eléctricas o de baja cilindrada. “No existe diferenciación normativa. Muchos motociclistas no cuentan con licencia ni capacitación. Esto los deja fuera del control legal”, dijo.
Gordon explicó que la Mariscal Sucre nació como una vía rápida, pero ahora atraviesa zonas densamente pobladas. “La ciudad creció. Ahora hay viviendas, escuelas, gente que necesita cruzar a pie. Ya no es una vía periférica”, afirmó.
Según la vocera, esta transformación exige rediseños. “Debemos intervenir puntos críticos: ingresos, salidas, curvas. Hay que implementar medidas físicas que obliguen a reducir la velocidad y protejan a peatones”.
Quito necesita control: sin radares, no hay sanción
Uno de los problemas más urgentes es la falta de radares activos. Sofía Gordon recordó que los equipos actuales ya cumplieron su vida útil y no existe normativa para contratar nuevos. “Sin control, la gente asume que puede pasarse un semáforo o acelerar sin consecuencias”, explicó.
Washington Martínez, director de la AMT, confirmó que no colocará nuevos radares hasta que se resuelva el modelo de gestión. “No me voy a arriesgar a instalar equipos que después me digan que no sirven y que desperdiciamos el dinero”. Señaló que los radares actuales ya cumplieron su ciclo operativo y que se espera una normativa que regule su funcionamiento y contratación.
Quito todavía no dispone de un reglamento claro para operar radares ni otras tecnologías viales. Gordon insistió: “La tecnología salva vidas. Donde instalan radares, bajan los siniestros. Donde los quitan, suben. Está comprobado”.
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