El metal oscuro y pieles crean ambientes elegantes. Fotos: Cortesía Studio Noa
El uso del metal en interiores está ligado, por lo general, a estilos industriales, rústicos y fríos. Pero su versatilidad lo convierte en un material ideal para obtener espacios cálidos al combinarse con textiles de diferente textura y color, y con varios tipos de madera.
Para el grupo creativo de 4Studio, el metal es un elemento que transmite modernidad y proyecta una imagen futurista. Gracias a sus múltiples acabados se puede combinar con materiales nobles como la madera, el mármol, entre otros, que en conjunto crean innumerables posibilidades de diseños en piezas decorativas y en el mobiliario. Así se consiguen lugares visual y estéticamente más acogedores.
El metal en dorado y el uso de telas como el terciopelo y estampados otorgan calidez.
El metal se utiliza en todos los ámbitos de la construcción por su resistencia. A nivel de mobiliario está presente, sobre todo, en estructuras como bases de mesa, sillones, sillas. Sin embargo, actualmente ese material es parte de la decoración interior en lámparas, vasijas, espejos, herrajes, chapas, etc.
Angela María Hoyos es diseñadora y propietaria de Studio Noa, y señala que todos los elementos tienen características propias que los hacen fríos o cálidos. Pero considera que el metal no es un elemento frío, pues al combinarse con otros se transforma. Añade que la tendencia mundial en interiores es generar espacios más cálidos y no tan minimalistas, por lo que la combinación de materiales es clave para lograr ese estilo en la vivienda.
El metal se vuelve más delicado con texturas como la que se logra con el martelinado. La combinación entre oro y plata también es una alternativa para resaltar ambientes.
La especialista indica que los textiles son una alternativa para combinar el metal. Por ejemplo, en una de sus colecciones se mezcla con polipieles, textiles sintéticos que tienen acabados de serpiente, cocodrilo y avestruz, logrando así estilos elegantes.
Hoyos resalta que en la actualidad el metal oscuro ya no es la única opción, sino que se juega con tonos dorados, plateados y rosas que van perfecto si el objetivo es alcanzar ambientes cálidos y acogedores.
En eso coincide Valeria Peña, de 4Studio. Destaca que una de las principales características del metal es la capacidad de adaptarse a cualquier espacio, dependiendo de su acabado estético, como por ejemplo los metales satinados y pulidos que reflejan luz, además de otros tipos de metales como el oro, cobre, plata y aluminio que hoy se usan de diversas formas en el mobiliario.
El metal está presente en estructuras y bases del mobiliario. Este material adquiere elegancia y un toque más cálido con acabados en dorado y si se combina con madera.
El metal constituye un elemento perfecto para ampliar la luminosidad en el hogar y la variedad de formas y acabados, da como resultado un abanico de opciones. La clave está en identificar el estilo que se busca trasmitir y, sobre todo, tomar en cuenta las proporciones del espacio, según Valentina Mosquera de Estudio 593.
Para ella, la madera y los textiles son las alternativas que permiten lograr ambientes cálidos. El terciopelo con el metal es un ejemplo de una combinación equilibrada, pues ese tipo de tela, delicada y llamativa, reduce lo duro o pesado que puede ser el metal.
Recomienda que si se trata de espacios pequeños hay que dar prioridad a elementos que otorguen luz y calidez, como la madera y el metal, solo en pequeños detalles con texturas y perfiles delgados.
La combinación con linos y madera generan espacios visiblemente más cálidos.
Otra sugerencia es añadir detalles como cojines con telas estampadas, plantas, flores y toques de color para balancear el ambiente cuando un mueble entero es de metal, sobre todo si se quiere evitar ambientes demasiado industriales o rústicos. Este material gana delicadeza cuando se le añade textura -como el martelinado- que puede ser parte de espejos, agarraderas o de piezas que decoran mesas.