La limpieza de la lámpara le tomará hasta ocho minutos. Tenga a la mano una escalera. Fotos: Julio Estrella/ CONSTRUIR
La iluminación es ahora un elemento importante en el mundo de la decoración interior. Por esa razón es necesario contar con lámparas que se acoplen al estilo de cada ambiente de la vivienda, pero, sobre todo, que funcionen a la perfección para lograr los contrastes de claridad y sombra deseados.
Marta Urrutia, asesora en Gnowee Lámparas, dice que el mayor problema que reportan sus clientes cuando cambian de lámparas es un parpadeo en la luz del interruptor. Se produce por la incompatibilidad con los focos LED y se soluciona con un mantenimiento al interruptor.
El chequeo es sencillo, pero recomienda contar con la asistencia de un especialista.
Del resto de pasos puede ocuparse usted mismo. Una lámpara, por ejemplo, requiere de una limpieza profunda cada tres meses. Solo necesita un paño humedecido con alcohol. Con uno seco puede retirar el polvo de los focos.
El primer paso consiste en limpiar la cara externa de la lámpara: puede ser colgante, de pedestal o de velador. La limpieza es sencilla cuando se trata de materiales como el aluminio o vidrio.
Humedezca el paño con alcohol. Evite líquidos con químicos porque pueden deteriorar los acabados de la lámpara.
A continuación limpie la parte interna de la lámpara y los focos. Si son LED puede retirar el polvo o cambiarlos aún prendidos sin riesgo de sufrir quemaduras.
Cuando son focos LED no hace falta apagar la luz para cambiarlos.
Urrutia cuenta que hay bombillas de plástico y de vidrio. Las de plástico se pueden reutilizar. Ya llega La Navidad y puede aprovecharlas para cumplir con las manualidades.
Las bombillas de plástico se pueden reutilizar para hacer manualidades.
Finalmente, verifique que la luz del interruptor se mantenga estable. Si empieza a titilar es posible que requiera de asistencia técnica.
Si la luz de interruptor o foco parpadea es necesario una revisión técnica.